Últimas noticias de la actualidad política, en directo | Feijóo afirma que el Gobierno se plantó ante Junts porque “no podía acudir a Europa con un texto aún más obsceno que el actual”
La política española sigue empeñada en hacernos ver cosas que jamás creeríamos. Este martes sumamos una más. Junts votó en contra del mismo texto por el que había votado a favor hace una semana entre aparentes muestras de satisfacción. En una escena insólita en el parlamentarismo nacional, el pleno del Congreso manda de vuelta a la comisión una proposición de ley cuyo contenido ya había sido pactado y cerrado en esa misma comisión.

Feijóo afirma que el Gobierno se plantó ante Junts porque “no podía acudir a Europa con un texto aún más obsceno que el actual”
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha afirmado que el Gobierno se negó el martes a incluir las enmiendas de Junts a la ley de amnistía, lo que ocasionó su rechazo en el pleno del Congreso, porque “no podía acudir a la reunión de este miércoles con el comisario de Justicia, Didier Reynders, con un texto aún más obsceno” que el actual, que ya cree que “no pasa el filtro europeo”. Pero cree que, ahora que hay un mes más de plazo para negociar, se incorporarán los cambios que pide el partido de Carles Puigdemont, porque el Gobierno es “humillado constantemente por sus socios, ha perdido el control, está en respiración asistida”.
Entrevistado en Antena 3, Feijóo se ha mostrado “convencido” de que la norma, en su redacción actual, pactada en la Comisión de Justicia del Congreso, “no pasa el filtro europeo”, cualquier cuestión que se plantee al Tribunal de Justicia de la UE. Pero aún menos lo hubiese pasado si se hubiesen aceptado las enmiendas que exige Junts, que se incluyan en la norma todos los delitos de terrorismo y no solo los más leves. “Bolaños no podía llegar a la reunión con Reynders con un texto aún más obsceno, porque Europa está mirando lo que pasa en España y se pregunta si es Hungría o la antigua Polonia”, ha dicho, convencido además de que, tras aprobarse ayer el dictamen de la ley, “ahora hay un mes para aceptar enmiendas”.
Se refería, en concreto, a los ataques a los jueces por parte del portavoz de Sumar, Gerardo Pisarello, que en el pleno del martes habló de “jueces prevaricadores”. “Un socio del Gobierno llama prevaricadores a los jueces, esto no ocurre en otros países y, donde ha pasado, Europa mandó parar”, ha explicado Feijóo.
Turull (Junts) avisa al PSOE que incumplirá el pacto de investidura sin una amnistía “integral”
El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha avisado este miércoles al PSOE de que incumplirá el acuerdo de investidura si no sale adelante una ley de amnistía “integral y de aplicación inmediata”. En una entrevista en Rac1, ha negado que esto sea una amenaza y ha pedido concentrarse en buscar soluciones para lograr un redactado compatible con lo que defienden, algo que ve posible.
Tras explicar que ha hablado con el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, en las últimas horas, ha manifestado su voluntad de sentarse con los socialistas para arreglar la ley: “Tenemos 15 días, no lo dejemos para el último minuto”. (EP)
Un murmullo recorrió el hemiciclo del Congreso a las 17.52 de este martes cuando Pilar Calvo, la primera de los siete diputados de Junts en votar la ley de amnistía, marcó la posición de su partido con un sonoro “¡no!”. La bancada de los diputados del PSOE y de Sumar reaccionó con sorpresa y hastío mientras el socio más volátil e impredecible del Gobierno ponía fin a la incertidumbre que hasta ese momento había definido otra jornada de vértigo para La Moncloa. El núcleo duro del Ejecutivo ya sabía que Junts votaría en contra de la medida de gracia cuando el pleno extraordinario comenzó a las 15.00. Santos Cerdán, María Jesús Montero y Félix Bolaños se sentaron juntos al inicio de la sesión y comentaron entre ellos lo que solo un puñado de miembros del Gobierno y de Junts conocían: el partido de Carles Puigdemont estaba resuelto a votar en contra del mismo texto que había apoyado en la Comisión de Justicia del Congreso solo una semana antes. La consigna en La Moncloa era clara: aceptar las últimas condiciones de Junts acarreaba una inseguridad jurídica. La ley correría el riesgo de ser tumbada por el Tribunal Constitucional, alertaban fuentes del PSOE. “Nos hemos plantado”, sentenció un peso pesado del Ejecutivo, donde se esperaban el peor escenario desde la noche anterior, cuando Junts emitió su amenaza de que su voto no se podía dar por seguro.
María Jesús Montero confía en que Junts “recapacite” y termine apoyando la ley de amnistía como está
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha confiado en que Junts “recapacite” y rectifique el voto negativo a la ley de amnistía que el martes obligó a devolver a la Comisión de Justicia un texto que ya había sido pactado. Ha defendido que el Gobierno considera que la norma es una “oportunidad, un instrumento para una nueva etapa en Cataluña” y espera que el partido de Carles Puigdemont “apoye finalmente un texto legal que había apoyado en cuatro ocasiones”.
No se ha pronunciado en posibles nuevos cambios en la ley, aduciendo simplemente que “cuando hay voluntad, siempre hay margen” para el acuerdo. “El Gobierno considera que [el texto actual de la amnistía] es constitucional y las enmiendas que Junts quería introducir, en nuestra opinión, no tenían esa premisa”, ha dicho.
El Gobierno pide a Junts que “reconsidere su posición” sobre la ley de amnistía
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha pedido a Junts que “reconsideré” su voto en contra de la ley de amnistía, y ha evitado desvelar si el Ejecutivo está dispuesto a modificar la norma para llegar a un acuerdo con el partido independentista. “Una ley de esta naturaleza compleja desde el punto de vista técnico no se puede improvisar y, por tanto, se ha trabajado durante meses. (…) Esa ley que entró en el Congreso impecable, constitucional y conforme al derecho europeo se va a mantener así y cuando se apruebe va a salir conforme a la Constitución, el derecho de la UE e impecable”, ha insistido en una entrevista en Cadena SER.
Bolaños también ha relatado las negociaciones previas a la votación de este martes en el Congreso: “Habíamos tenido en los últimos días intercambio de reuniones y ahí nos habían planteado que tenían dudas y se estaban planteando votar en contra de la ley. Realmente cuando supimos definitivamente que iban a votar en contra fue ayer en las horas previas a la votación. No le puedo negar que nos sorprendió enormemente porque es una ley muy trabajada con Junts y otros grupos. Y una ley importante para la convivencia en Cataluña y que pretende abrir una etapa”.
El resultado de la votación de la ley de amnistía ha provocado una situación insólita. El dictamen de la norma registrada por el PSOE —modificada la semana pasada para blindar tanto a Carles Puigdemont como a los CDR—, ha sido aprobado en el pleno celebrado en el Congreso este martes con el apoyo de Junts. Sin embargo, la formación independentista ha votado en contra del texto final y ha impedido así que la tramitación de la iniciativa siga su curso en el Senado. Esta segunda votación era necesaria porque se trata de una ley orgánica y este tipo de leyes tienen como requisito una segunda votación que ha de superarse por mayoría absoluta. Este movimiento del partido independentista catalán implica que el texto tal como estaba redactado hoy volverá de nuevo a la Comisión de Justicia de la Cámara baja. Ese órgano tendrá como máximo 15 días para, sobre dicho texto, emitir un nuevo dictamen. Y, durante ese plazo, se podrán añadir cambios pactados por los partidos.
El Gobierno ha empezado ya a intentar convertir la primera gran derrota parlamentaria de Pedro Sánchez, de la que esta vez no le salvó nada en el último minuto, en un bumerán que se vuelva contra el principal responsable de ese golpe duro a la línea de flotación del Ejecutivo: Carles Puigdemont, líder de Junts. El Ejecutivo trasladaba ayer, en público y en privado, con gestos muy evidentes del propio presidente, un enorme enfado con sus socios independentistas, los únicos aliados que echaron para atrás una ley que asumieron todos, no solo ERC, también PNV, Bildu, BNG y por supuesto Sumar, y un mensaje claro: el Gobierno, esta vez, aguantó el pulso y mantuvo sus líneas rojas.
Buenos días
Arrancamos la narración de la jornada política de este miércoles, marcada indefectiblemente por el sonado no de Junts a la ley de amnistía, el mismo que hace una semana aprobó en la Comisión de Justicia de la Cámara. La negativa del partido de Carles Puigdemont devuelve la norma a la Comisión, donde puede ser enmendada, aunque el PSOE se niega a retocarla más para no poner en peligro su constitucionalidad. El Gobierno y el PSOE intentan ahora volver la derrota parlamentaria a su favor, intentando que la intransigencia de Junts se vuelva contra ellos, resaltando su contradicción y subrayando que esta vez aguantaron el pulso sin una nueva cesión. El PP, en cambio, intenta trasladar la imagen de un Gobierno débil en manos de las exigencias de sus socios.
En ese ambiente, el ministro de Justicia y Presidencia, Félix Bolaños, viaja a Bruselas para reunirse con el comisario de Justicia, Didier Reynders. Pensaba presentarle el texto aprobado de la amnistía, pero no podrá. Así que se centrará en la reforma del CGPJ, bloqueada desde hace cinco años por el PP. A la cita acude también el líder del PP en la Eurocámara, Esteban González Pons. Antes de viajar, Bolaños será entrevistado en la Cadena SER, mientras que Alberto Núñez Feijóo será entrevistado en Antena 3.