Dobrowolski acepta ocho meses de prisión y un curso de reeducación por maltratar a Mainat>

Esta mañana, Dobrowolski ha aceptado los hechos, por los que la Fiscalía pedía para ella, en un inicio, nueve meses de prisión, por maltrato en el ámbito familiar. Según el escrito de acusación, durante una discusión con su aún pareja y padre de sus dos hijos, le lanzó una caja de madera y el taburete de un piano. Ambos se encontraban en el salón de su casa, en la capital catalana. Tras ello, golpeó al productor con el cojín del citado asiento, a lo que Mainat se marchó hacia la cocina. Fue en esta estancia, donde ella lo golpeó en la sien con un bote de mermelada.

Al admitir Dobrowolski lo ocurrido, el titular del Juzgado Penal 19 de Barcelona ha dictado sentencia 'in voce'. Además de los ocho meses de cárcel, la expareja de Mainat no podrá tener acceso a armas durante dos años y un día, y durante otros 20 meses tampoco podrá acercarse a menos de 1.000 metros de él. Tanto la Fiscalía como su defensa se han mostrado a favor de suspender su entrada en prisión, por lo que el magistrado así lo ha acordado, a condición de que no delinca en los próximos tres años y realice un curso de reeducación en materia de violencia doméstica. También tendrá que abonar una multa de 600 euros.

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Elena Burés

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El juicio tenía que haberse celebrado a finales de enero, pero se suspendió por incomparecencia de Mainat, motivo por el que el juez le impuso una multa de 500 euros, al considerar que era imprescindible el testimonio de la víctima de la, entonces, aún supuesta agresión. Al considerar que estaba «debidamente citado», lo sancionó.

Cabe recordar que sobre Dobrowolski ya pesaba una de orden de alejamiento de su expareja, de tres años de duración, por el intento de homicidio del que está acusada. En ese caso, la Fiscalía pide para ella 16 años de cárcel, también por revelación de secretos, al haber accedido al correo de su exmarido, a través del ordenador que estaba en la casa familiar, para consultar el contenido de la demanda de divorcio, y los mensajes que el productor había intercambiado con sus abogados para reenviárselos a su propio email.