Alma: «La vacuna mensual contra mi alergia al polen cuesta 400 euros y con mi sueldo no podría pagarla»

Los síntomas habituales que le provoca su alergia son picor de garganta y de ojos, estornudos, tos y, en los peores ataques, asma. «En esos casos, es una sensación de ahogo, de no poder respirar», cuenta. Sin su inhalador no podría dar clases ni vivir. «Soy muy metódica y llevo a rajatabla la medicación porque si no la cosa se complica mucho. Y ayer se me complicó, porque también coincidió en que llevaba un mes sin ponerme la vacuna y era el día precisamente que me tocaba ponérmela», comenta.

Una vacuna salvadora

La vacuna es uno de los tratamientos más eficaces para los alérgicos al polen y Alma dice que sin ella no podría hacer una vida mínimamente normal durante los meses de primavera. «Tengo que dar las gracias a la sanidad pública andaluza por subvencionar mi vacuna mensual porque cuesta 400 euros y con mi sueldo no podría permitírmela», dice.

Recuerda esta profesora que durante los meses primaverales nunca sale a la calle sin mascarilla, una mascarilla especial con un filtro antipolen. «Lo hago desde que tenía 20 años y recuerdo que en marzo de 2020, cuando aún no se había declarado el estado de alarma pero ya se empezaba a hablar del Covid me decían en el autobús si yo tenía ese virus extraño de China», recuerda.

Alma va siempre con mascarilla por la calle y reconoce que resulta un poco incómodo: «Todo es muy molesto y paso un bochorno terrible estos meses del año. Y hay muchas noches en esta época en las que no puedo dormir por el picor de garganta. No es ninguna tonteria tener una alergia y quien diga que es un problema menor de salud, es que nunca ha tenido una. Esto es una patología crónica», comenta.

Dice también que la consulta de su doctora se está llenando de pacientes alérgicos y que a todos les dice que se preparen» este año porque la concentración de polen será muy alta esta primavera. «Va a ser muy duro. Pero no tenemos más remedio que aceptarlo».