El asalto a la Ciudad de Gaza presiona a Hamás a aceptar la última propuesta de tregua temporal
El ejército ultima el plan para ejecutar la orden de Netanyahu de hacerse con el control de la Ciudad de Gaza, el mayor centro urbano que queda en la Franja. Este movimiento supondrá la salida por la fuerza de un millón de personas y Egipto y Qatar redoblaron sus esfuerzos para tratar que Hamás acepte un acuerdo antes de que esto suceda. Se celebró una reunión entre el primer ministro catarí, Mohammed bin Hamad bin Khalifa Al Thani, las facciones palestinas, el ministro de Inteligencia egipcio y representantes de Hamás y el resultado «fue positivo», informó el canal Al Jazeera. No hubo reacción por parte israelí y es Netanyahu quien tiene la última palabra.
Todos los intentos de mediación han fracasado hasta ahora porque Hamás exige el final de la guerra e Israel se niega a aceptarlo. Los israelíes rompieron en marzo el acuerdo por fases que firmaron en enero debido a la presión de Trump y desde entonces han endurecido la ofensiva y el bloqueo.
Las familias de los cautivos no opinan como el primer ministro y el presidente de Estados Unidos y por eso convocaron una segunda jornada de huelga general para el domingo. Cada minuto antes de la ofensiva terrestre sobre la Ciudad de Gaza es un tiempo de oro para intentar que se llegue a un acuerdo que permita a sus seres queridos salir de forma segura después de más de 680 días de secuestro. Los israelíes estiman que quedan 50 rehenes en la Franja, de ellos 20 estarían vivos.
Reclutar en la diáspora
Los casi dos años de conflicto han provocado un desgaste en el ejército israelí que, según la Radio del Ejército, «presenta un déficit de efectivos militares de aproximadamente entre 10.000 y 12.000 soldados». Ante los problemas que supone el reclutamiento de jóvenes ultraortodoxos, cuyos partidos forman parte del Gobierno y mantienen su apoyo a Netanyahu a cambio de mantener sus privilegios, el ejército planea un programa dirigido a las grandes comunidades judías de Estados Unidos y Francia para lograr el alistamiento de jovenes de 18 a 25 años. El primer objetivo que se ha marcado el ejército es reclutar entre 600 y 700 soldados adicionales cada año entre la diáspora.
Hasta que puedan llegar soldados de la diáspora se necesitará tiempo, por ello se volverá a recurrir a los reservistas a corto plazo. El Comité de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knesset aprobó extender la autoridad del gobierno para emitir cientos de miles de órdenes para llamar de emergencia a la reserva antes del inicio de la nueva operación terrestre a gran escala en Gaza. Esta decisión provocó la crítica de opositores como Avigdor Lieberman quien acusó a Netanyahu de volver a recurrir a la reserva para evitar el choque con sus aliados ultraortodoxos. «Este gobierno de evasores del servicio militar traiciona a los combatientes una y otra vez solo para preservar su pacto político», declaró el dirigente de origen moldavo