El Gobierno de los ministros fijos discontinuos

Tras el congreso federal del pasado noviembre, en el que Pedro Sánchez logró el aval para completar en el PSOE su proyecto cesarista, el despliegue de ministros en hasta cinco comunidades autónomas, administradores regionales de la estrategia de La Moncloa, los ha obligado a adaptar sus agendas oficiales, cuando no sus proyectos, en función de sus respectivos intereses territoriales. Con Óscar López dedicado a socavar el crédito del PP en Madrid desde la trinchera de su 'izquierda valiente'; Diana Morant al frente de las manifestaciones contra el presidente de la Generalitat, o María Jesús Montero pluriempleada como vendedora ambulante de las quitas de deuda con que trata de recuperar el apoyo de los andaluces, el Gobierno queda reducido a la figura del jefe del Ejecutivo, sin margen parlamentario para aprobar el presupuesto o sacar adelante proyectos legislativos y centrado en la reconquista del poder territorial, encargado a ministros que no ejercen como tales o lo hacen a media jornada.