Condenado un sargento que disparó con un arma de fogeo a un soldado por dormise en unas maniobas en Pontevedra

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El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la codena del Tribunal Militar que impuso un año y nueve meses de cárcel a un sargento que disparó con un arma de fogeo a un soldado por dormirse durante unas maniobras en O Grove, Pontevedra.

La sentencia fue emitida por el Tribunal Militar Territorial Cuarto el pasado 4 de febrero, que consideró que el sargento había cometido un delito de «extralimitación en el ejercicio del mando», en su modalidad de «uso ilícito de armas», así como otro delito de lesiones.

Por ello, le imponía un año y seis meses por el primero de los delitos y tres por el segundo. Además, decretaba la suspensión militar de empleo y cargo público durante el tiempo de la condena y lo condenó a pagar 4.862 euros por las lesiones físicas padecidas.

Hechos

Entre el 5 y el 9 de julio de 2021 el regimiento de infantería 'Isabel la Católica' nº 29 desarrolló una maniobra en el Destacamento de Puertocuaces de O Grove (Galicia). Durante estas, concretamente el día 8, el regimiento llevó a cabo un ejercicio que consistía en establecer una línea de defensa y vigilancia y otra de infiltración.

El sargento condenado se encontraba al mando de uno de los pelotones, que se había dividido en cuatro binomios distribuidos, parejas que se turnaban para vigilar uno mientras descansaba el otro.

El fallo señala que, sobre las 2.15 horas, el sargento trató de comunicarse por radio con una de las parejas, a la que se acercó tras no conseguir contactar. Al comprobar que ambos soldados estaban dormidos, el sargento efectuó un primer disparo con munición de fogueo al aire que sorprendió a uno de los soldados, que se giró y fue encañonado por el superior con el fusil a aproximadamente 50 centímetros de su cara.

«Apuntando al ojo», la sentencia indica que efectuó «un segundo disparo con munición de fogueo» que derivó en que la pólvora impactase en el ojo izquierdo del soldado.

La sentencia, que apunta que el sargento profería gritos de «putos inútiles», explica que el condenado se dirigió con el recluta a una garita, donde se percató de las heridas sufridas por lo que lo acompañó al Servicio Sanitario que cubría el ejercicio, que determinó que fuese evacuado inmediatamente al hospital Quirón Salud de Pontevedra.

A raíz de los hechos, el sargento fue relevado de sus funciones y sancionado con un arresto de cinco días por una falta leve consistente en «la inexactitud en el cumplimiento de las normas de prevención de riesgos, protección de la salud y del medio ambiente» en el ámbito de las Fuerzas Armadas.

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