La princesa Kate reaparece de blanco en el desfile del rey
Kate Middleton ha reaparecido por primera vez en un acto oficial al cabo de casi medio año, arropada por sus tres hijos en una carroza real y en el tradicional desfile Trooping the Colour con el que se festeja el cumpleaños del rey, con toda la pompa y el boato de los grandes eventos al estilo británico.
El propio Carlos III llegó a pedirle personalmente a Kate que se uniera a la familia real en las celebraciones, de un alto valor simbólico. Los medios especularon con su presencia durante toda la semana y la princesa de Gales anunció su decisión en plena cuenta atrás, confirmando de paso los "buenos progresos" en el tratamiento del cáncer que le fue diagnosticado en febrero.
El Palacio de Kesington advirtió que la participación de Kate Middleton en el desfile militar no supone "la vuelta a sus obligaciones públicas", aunque a lo largo del verano se espera que participe ocasionalmente en actos oficiales junto al príncipe Guillermo.
La comitiva real, con Carlos y Camila en su propia carroza, partió del Palacio de Buckingham a las 10.30 hora local (11.30 en España) y recorrió bajo los cielos grises y la amenza de lluvia los 800 metros que hasta el campo de desfile del Horse Guards Pararde.
El príncipe Guillermo se sumó al desfile en su propio caballo, mientras Kate Middleton (con vestido y sombrero blancos, y un lazo marinero) viajaba junto a George, Charlotte y Louis en una carroza cubierta. Pese a ocultar parcialmente el rostro bajo el sombrero, la princesa saludó sonriente y con aspecto saludable desde la ventana de la carroza durante el trayecto. Y descendió con paso firme de la carroza real al llegar al Horse Guards Parade, precedida de sus hijos.
La princesa de Gales, distinguida como coronel de la Guardia Irlandesa, no pudo pasar revista a la tropa (teniente general James Bucknall) y contempló el desfile desde la Oficina del General Mayor. Kate Middleton dirigió hace unos días un mensaje deseando "buena suerte" al regimiento y excusando su ausencia en los preparativos del desfile por su frágil estado de salud.
"Mi tratamiento (de quimioterapia) sigue adelante y continuará unos meses", advirtió en su último mensaje el viernes, en el que anunció su intención de "participar en unos pocos actos públicos a lo largo del verano, a sabiendas de que no estoy aún fuera de peligro".
"La recuperación y el bienestar de la princesa siguen siendo la prioridad y los planes pueden cambiar sobre la marcha", advirtió el Palacio de Kensington al comunicar su reaparición en un acto público, por primera vez desde que apareció con la familia real en la Misa de Navidad en Sandringham el pasado mes de diciembre.
Con su presencia en el balcón de Buckingham -a tiempo para el vuelo estelar de los Red Arrows- se llevaba especulando durante toda la semana, aunque la confirmación oficial se produjo apenas unas horas antes. Con la foto de la reunión familiar, la Casa Real confiaba en enviar una señal de esperanza y relativa vuelta a la normalidad, después de las turbulencias causadas por el doble diagnóstico de cáncer del rey y de la princesa de Gales.
Carlos III se mostró "encantado" con el hecho de que Kate pudiera estar presente en el desfile de Trooping the Colour, que tiene un valor altamente simbólico. Días antes de que la Princesa de Gales anunciara su presencia, las entradas para contemplar el desfile se habían agotado. Miles de británicos se agolparon a lo largo del Mall con la esperanza de poder ver en última instancia del paso de las carrozas reales.
El desfile se celebra tradicionalmente para conmemorar los cumpleaños de los monarcas. Por decisión de Jorge II, que cumplía años en pleno invierno, la ceremonia se trasladó en 1748 al verano, con la esperanza de que la pompa y el boato lucieran a pleno sol. Carlos III cumplirá los 76 años el 14 de noviembre. El adelanto al 15 de junio no fue esta vez garantía de buen tiempo: los gruesos nubarrones y la lluvia intermitente no faltaron a su cita en el típico verano inglés.