Las energéticas españolas se disparan en 29.000 millones en Bolsa con la fuga de capitales de EE.UU.
Endesa (+28%) e Iberdrola (+20%) son las compañías que más crecen junto a Solaria (+19%) hasta junio
Tras los años de la crisis energética (2022-2023), donde el gas tuvo un papel muy relevante para producir electricidad, finalmente llegó su punto de inflexión. Esta situación iba acompañada de un crecimiento de la potencia renovable instalada. La energía eólica y solar estaban en auge. España se llenaba de molinos y paneles. Sin embargo, el mix energético parece volver al pasado.
Entre enero y junio de 2024 la generación de electricidad con ciclos combinados alcanzó los 13.941 GWh, según datos que ofrece Red Eléctrica. En ese mismo periodo, en 2025, la generación ha sido de 19.296 GWh. En todos los meses ha habido mayor producción con esta tecnología que el año pasado. Incluso, en junio la cifra se ha duplicado.
Esta situación quizá ha sido comprensible durante mayo debido al «modo reforzado» que tuvo el operador del sistema para garantizar que no hubiera apagones. Pero la situación venía de lejos. En enero, febrero y marzo de este año se ha usado más gas que en 2024. Se trata de una situación estructural a medida que crecen las renovables.
Según consta en el boletín energético que publica mensualmente Enagás, la demanda de gas para el sector eléctrico ha crecido más de un 40% en los primeros seis meses del año. Pero también ofrece otro dato muy interesante con respecto a la potencia instalada de las diferentes tecnologías.
Sobre la solar, ésta ha pasado de 29 GW en 2024 a 36 GW en 2025. Un aumento que también se ve reflejado en la producción. Según datos de Red Eléctrica para el mes de junio, este año la generación solar fotovoltaica produjo 5.997 GWh (un 25% más que en el mismo mes de 2024).
Esta dualidad se debe a la necesidad que tiene el sistema de usar ciclos combinados en las horas donde entran las energías renovables e, igualmente, cuando la solar deja de producir al anochecer. Es decir, cuando amanece, y hasta el mediodía que es cuando la solar alcanza su ritmo de crucero, necesita una gran estabilidad en el sistema. Esto solo lo pueden otorgar los ciclos combinados.
Asimismo, en verano —con menor viento— el gas se vuelve necesario por el aumento de la demanda. Por tanto, las cifras irán en aumento. Algo que luego vuelve a suceder en invierno, aunque en ese caso el consumo también implica al que se realiza de para climatización del hogar con el uso de calderas.
Este aumento de gas tiene una derivada en materia de emisiones. En los primeros cinco meses del año, exceptuando enero, el resto han tenido mayores emisiones que las mismas fechas del pasado ejercicio en el ámbito nacional, según los datos que aporta la web de Red Eléctrica.
En concreto, hasta el mes antes de empezar el verano, se han superado las 10,7 millones de toneladas de CO2 equivalentes en la generación de electricidad que se mide en megavatios-hora. De enero a mayo de 2024 se produjeron 9,7 millones de toneladas y, en el conjunto del año se llegó a 27 millones, la cifra más baja del último lustro.
Pese a todo el gas se mantiene como una tecnología esencial. De hecho, según consta en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec), la capacidad instalada hasta 2030 se mantiene fija. No hay previsión de que se reduzcan los ciclos combinados. Una situación que, además, se ha visto reforzada tras el apagón, donde su necesidad ha sido máxima. De hecho, sigue siendo así en los meses de más calor. Y, sobre todo, con la nuclear sin un futuro claro.