La juez envía a prisión a Kevin, uno de los detenidos por el asesinato de Borja Villacís, y deja libre a Ismael>
Mientras, falta por conocer lo que hará la juez del número 38 de Madrid, que ha tomado declaración esta mañana a la madre de Kevin y conductora del vehículo en el que iban los dos jóvenes.
A Kevin se le imputa de manera provisional como presunto autor de los siguientes delitos: homicidio consumado, tentativa de homicidio, tenencia ilícita de armas, y falsedad documental. Todo ello, a expensas del resultado de la correspondiente investigación judicial.
Para Ismael, se ha decretado libertad provisional, con las siguientes medidas cautelares: obligación de comparecencia diaria ante el juzgado; retirada del pasaporte; prohibición de salida del territorio nacional; y prohibición de aproximación a menos de 1 kilómetro y de comunicación respecto de dos personas que tendrían relación con los hechos.
Las diligencias previas abiertas en el juzgado de Illescas están bajo secreto de sumario. Una vez resuelta la situación procesal de Kevin e Ismael, los investigados quedan a disposición del juzgado de Instrucción número 19 de Madrid, encargado de la causa abierta.
Ella fue la primera arrestada, dos horas después de los hechos, en la gasolinera Shell de la calle de Antonio Leyva, en Plaza Elíptica. Se indaga en si también disparó, cosa que no parece probable, pues se utilizaron solo un rifle del calibre 7,62 y una escopeta del 12 (postas). De cualquier modo, como mínimo su actuación sería la de cooperadora necesaria en un homicidio y en otro intentado. Embistió uno de los coches del grupo agredido y dio entrada y salida con él a los presuntos pistoleros.
Además, las fuentes consultadas investigan si esas y las armas de fuego que abandonaron en un descampado de la carretera de Fuencarral, en la huida, tienen el mismo origen que las aprehendidas en Bargas (Toledo) el pasado abril, en el marco de la operación Lanzadera; encontraron machetes y un pequeño arsenal de pistolas y rifles en dos narcopisos en esa localidad, la misma donde residía María José, vinculada como su hijo al tráfico de drogas, tanto en esa localidad como en Pan Bendito (distrito de Carabanchel).
Un coche quemado
No solo es Luis el que señala directamente a los tres encartados. David es otro amigo, al que Kevin había quemado semanas antes un Seat León por no prestárselo. Es más, llegó a poner en conocimiento de la Guardia Civil el hecho y la cita del martes entre ambas facciones, era «para pegarse» a cuenta de esa represalia. El hijo de María José quería presionarle para que retirara la denuncia contra él, pues ya estaba encartado en otra investigación por drogas y tenía una busca.
David no fue alcanzado por los disparos, pero lo presenció todo y llevaba su propio vehículo. Huyó a toda mecha cuando vio el tiroteo. En otro turismo es donde iban Borja y Luis, cuyo papel era mediar, porque sabían cómo se las podían gastar sus rivales; en un tercer vehículo, en retaguardia, estaba otro chico, Nacho, que fue el que trasladó a Luis a la Fundación Jiménez Díaz. Y hay un cuarto superviviente en su propio coche que también estuvo de apoyo y sirvió de testigo policial. Además, se apunta a dos agentes forestales que supuestamente también vieron los disparos.
Por otra parte, en las inmediaciones, un allegado a los presuntos asesinos estaba apostado en un coche de color oscuro, BMW o Audi, pero no participó activamente en las ejecuciones. Es alguien de unos 50 años y cercano a María José. Se sospecha que estaba en las inmediaciones de la carretera de El Pardo cuando los ocupantes del turismo de los criminales paró en un arcén, frente a las instalaciones de Mediaset, y cambiaron las matrículas del automóvil. En el vídeo grabado por personal de la empresa televisiva, se ve a la conductora tapar a los dos varones mientras doblan las placas y luego abandonar en un descampado, a unos metros, una caja con las armas usadas y otras más, que luego fueron incautadas.
68 kilómetros de distancia
Pero, acto seguido, ella se subió al BMW y se marchó sola, dejando a su hijo y al magrebí solos, adentrándose en la zona de campo. Son 68 kilómetros los que separan ese punto de Yuncos (Toledo), la localidad a la que huyeron y donde el miércoles a mediodía fueron apresados por el Grupo Especial de Operaciones (GEO).
Las sospechas apuntan a que el cuarto hombre estaba con su coche apostado en las inmediaciones y que se habían concertado para hacer allí el relevo: él recogía a los dos pistoleros y los trasladaba a Yuncos, a la casa okupada donde Ismael pasaba largas temporadas, y ella tiraba directamente hacia Bargas. Sin embargo, antes de que tomara la A-42 (carretera de Toledo) desde la Plaza Elíptica, fue cazada por los agentes.