Barcelona entra en preemergencia por sequía con restricciones para más de cinco millones de habitantes

Barcelona y su área de influencia se asoman a un escenario de restricciones de agua después de tres años de sequía. Las pocas probabilidades de lluvias a corto y medio plazo, los bajos niveles de las cuencas hidrográficas internas (al 18,85% de su capacidad) y las altas temperaturas han llevado a que el consejero de Acción Climática, David Mascort, haya anunciado este martes las medidas a tomar en la fase de preemergencia. Esta fase es previa a la denominada “emergencia” y busca concienciar a los ciudadanos antes de fijar restricciones duras, que podrían llegar a finales de diciembre si se mantiene la actual tendencia. En total, 202 municipios y más de cinco millones de habitantes del área metropolitana de Barcelona se verán afectados por este plan.

Por ahora, no se prevé que se corte el suministro como sucede en otras poblaciones, pero se reducirá la presión en el suministro para que el consumo baje de 230 a 210 litros por habitante y día. Se prohíbe el riego de parques y jardines públicos o privados (exceptuando los espacios dedicados al deporte federado y los árboles); la limpieza con agua potable de vehículos y calles; y el llenado de piscinas privadas de uso individual y fuentes ornamentales. Las restricciones de los sectores económicos se mantienen igual. El principal motivo para adoptar la prealerta es la concienciación de la población y alargar más allá de diciembre las medidas más severas, como afirmó este lunes el president Pere Aragonès.

El Govern quiere transmitir la extrema necesidad de reducir el consumo de agua y reutilizarla para diferentes usos. Por eso, destinará 407 millones de euros a las plantas de regeneración, como la que ya funciona en el Baix Llobregat, y agilizará los estudios de las utilidades que puede tener este recurso en los espacios públicos. Además, realizará campañas de divulgación para el ahorro de agua en edificios públicos, como las escuelas, las residencias de atención a la violencia machista, los centros penitenciarios o los hospitales. También se realizará una campaña de ayudas

Cataluña lleva 36 meses de sequía prolongada, la más extensa e intensa de su historia. En ese tiempo, sólo ha habido dos períodos de precipitaciones normales: en la primavera de 2022 y en el pasado verano. Mascort afirma que si no se hubieran adoptado en 2021 las medidas del Plan Especial de Sequía, el territorio catalán habría entrado hace un año en las medidas de emergencia. Los 1.400 litros por segundo que han caído en los últimos tres años son insuficientes para abastecer a los embalses que nutren al área metropolitana de Barcelona.

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