El tiroteo de la pizzería de Delicias fue un ataque de DDP a Trinitarios: "No estaban en su territorio y por eso fueron a por ellos"
El interior de una céntrica pizzería del Paseo de las Delicias de Madrid fue el escenario el pasado martes por la noche de otro episodio violento con armas de fuego entre bandas latinas rivales. Un hombre joven con una escopeta de cañones recortados, la conocida como la chata en el argot policial, entró en un local de comida y abrió fuego contra tres jóvenes dominicanos que se encontraban cenando tranquilamente en una mesa. Sólo uno de ellos resultó herido de carácter reservado y ayer miércoles ya recibió el alta hospitalaria.
El ataque fue grabado por una cámara de seguridad del local cuyas imágenes se hicieron virales en redes sociales. La impactante escena sobrecoge y no es habitual en la capital. De ahí que la Policía Nacional activase ayer una investigación extraordinaria entre sus agentes de la Brigada de Información para localizar al matón.
Este mismo Cuerpo ha podido averiguar que los tres tiroteados son miembros de la banda de los Trinitarios en un escalafón inferior de la organización fichados por la Policía e implicados en algún incidente violento entre pandilleros. Sospechan, además, que el pistolero es un integrante de los DDP (Dominican Don`t Play) al que tratan de identificar gracias a las imágenes grabadas del suceso por las citadas cámaras del local.
Los DDP y los Trinitarios están enfrentados desde hace mucho por el control de algunas zonas de Madrid y se cree que los tres trinis "no estaban en su territorio y por eso fueron a por ellos·, según fuentes policiales.
El barrio de Delicias en el distrito madrileño de Arganzuela es una zona donde está asentado un coro de los DDP. De hecho, en esa zona varios integrantes de esta pandilla acabaron con la vida de un rapero llamado Isaac al que confundieron con un trinitario.
A tenor de la grabación de las cámaras, un hombre llegó hasta la zona en un vehículo conducido por otra persona. Se apeó del coche e intentó abrir la puerta del local hacia dentro en dos ocasiones. Luego, abrió la puerta hacia fuera y entró al establecimiento. Es de baja estatura, de origen sudamericano e iba vestido con una sudadera negra con capucha y con pantalón blanco.
Nada más entrar en la pizzería, el matón sacó de su pantalón un arma recortada de dos cañones y sin mediar palabra abrió fuego.
Uno de los tres clientes, con pantalón corto y camisa, salió corriendo y recibió un primer disparo en la espalda. Un segundo joven huyó al interior del local y lanzó una silla contra el pistolero. El tercero, con el pelo abultado, se agachó y se refugió en una esquina. Agarró de la mesa una bandeja para taparse la cara y el atacante consiguió dispararle, pero se salvó milagrosamente del balazo gracias a dicha bandeja. A continuación, el autor de los disparos volvió a marcharse del local mientras el tercer joven corría despavorido por el interior de la pizzería. Uno de los cristales del establecimiento acabó roto como consecuencia de unos de los disparos fallidos del asaltante.
Los testigos indicaron que el tirador se fue tranquilamente andando por la calle Cáceres acompañado de otro joven que le esperaba en la zona. Hay personas que explicaron que ambos se metieron en el Metro.
Hasta el lugar acudieron sanitarios del Samur-Protección Civil que atendieron al joven de 21 años con una herida en la zona baja de la espalda y zona lumbar que aparentemente no presenta complicaciones, indicó una portavoz de Emergencias Madrid. Se encontraba hemodinámicamente estable y fue trasladado en ambulancia con preaviso al Hospital 12 de Octubre, donde entró en estado reservado. Durante la jornada del miércoles, el joven herido recibió el alta médica.
Las tres víctimas fueron interrogadas por los agentes de la Brigada de Información. Son integrantes del coro de los Trinitarios de Usera y no son habituales de ese barrio. Ninguno de los tres ha podido identificar al autor de los disparos, según los primeros datos.
La Policía Nacional, de momento, no ha localizado el arma empleada en el ataque. Se trata de una escopeta recortada que debido a la escasa carga de munición no provocó heridas graves al joven herido.
Los incidentes entre bandas latinas en Madrid han dejado este año un muerto y al menos nueve heridos. Según fuentes policiales, en Madrid hay fichados unos 700 miembros de bandas, siendo las más numerosas las involucradas en esta riña:los DDP y los Trinitarios.
A tenor de la Policía, la actividad de las bandas se encontraría en «un momento valle» debido a «la presión policial, la difusión mediática y las campañas de sensibilización», pero «en cualquier momento puede tener un repunte más violento».
Desde hace tres años la Policía mantiene un plan contra las bandas juveniles en la Comunidad de Madrid que se basa en identificaciones masivas y un trabajo de investigación diario que les permite resolver cualquier incidente violento con rapidez. Además, recientemente se creó un nuevo grupo en la Brigada de Información para combatir estos grupos violentos.
En los últimos dos años, se han producido 1.179 detenciones de miembros de bandas latinas en España, de los cuales 921 se han concentrado en la Comunidad de Madrid, lo que supone el 78,1% del total.