Muere el actor Ryan O’Neal, protagonista de ‘Love Story’, a los 82 años
El actor Ryan O’Neal, conocido sobre todo por su papel en el drama romántico de los setenta Love Story, ha fallecido este viernes en Los Ángeles, California. Tenía 82 años. La noticia la ha confirmado a través de un comunicado en Instagram su hijo Patrick. “Esto es lo más duro que he dicho jamás así que allá vamos. Mi padre ha fallecido hoy en paz, con su querido equipo a su lado apoyándole y queriéndole como él nos quería a nosotros”. En 2012 O’Neal fue diagnosticado de cáncer de próstata en grado cuatro. Quien fuera su pareja durante años, la también actriz Farrah Fawcett, falleció de cáncer de colon y recto en junio de 2009, a los 62 años.
Nacido y criado en Los Ángeles, algo poco común en una ciudad formada por inmigrantes, O’Neal curiosamente no empezó su carrera en el cine, como tantos que llegan buscando fortuna a las colinas de Hollywood, y no se formó allí como actor. Fue boxeador en su juventud. Después, a finales de los años cincuenta, su familia se mudó a Alemania y allí empezó a actuar como extra y doble de acción en algunas series. A partir de ahí, se le metió el gusanillo de la interpretación. Y fue al volver a su ciudad cuando empezó a labrarse un nombre, sobre todo en la televisión. Tras pasar por una veintena de personajes, primero secundarios y luego protagonistas, saltó a la fama gracias a Peyton Place, que rodó durante cinco años, entre 1964 y 1969. Su papel de Rodney Harrington a lo largo de más de 500 capítulos le convirtió en un rostro muy conocido en la televisión.
Pero fue Love Story, en 1970, la que le supuso un inmenso bum global, de público, crítica, reconocimiento y nominaciones, entre ellas al Globo de Oro y al Oscar, que no ganó. En febrero de 2021 le otorgaron una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, en una ceremonia doble donde también se reconoció a su coprotagonista, Ali McGraw.

Él mismo explicó en algunas entrevistas que el papel de Oliver en Love Story fue fundamental para su carrera porque estaba agotado de trabajar en la televisión, a la que no pretendía regresar (aunque sí lo hizo más adelante en su carrera). La popularidad del título dirigido por Arthur Hiller le convirtió en una estrella en los setenta, década en la que rodó los que fueron sus grandes éxitos: Luna de papel, de Peter Bogdanovich en 1973, en la que trabajó con su hija Tatum y que le valió otra nominación al Globo de Oro; y Barry Lyndon, a las órdenes de Stanley Kubrick, en 1975. En los ochenta, noventa y dosmil no paró de trabajar, aunque en títulos de menor repercusión. Su último trabajo, que le dio cierta popularidad en nuevas generaciones, fue en la serie Bones, donde grabó dos docenas de episodios en distintas temporadas entre 2006 y 2017.
Ryan O’Neal formó parte de una estirpe de intérpretes que él mismo continuó. Su madre era actriz, su padre fue guionista y él mismo mantuvo largas relaciones con actrices que dieron, como fruto, otros actores. A principios de los sesenta estuvo casado con la actriz Joanna Moore, con quien tuvo dos hijos, los actores Griffin y, la más conocida, Tatum O’Neal, que se convertiría en la persona más joven en ganar un Oscar, a los 10 años, por Luna de papel. Se separaron en 1967 para casarse, ese mismo año, con Leigh Taylor-Young, quien fue su compañera de reparto durante años en Peyton Place. Tuvieron un hijo, Patrick, y se separaron en 1971. Y fue a finales de los setenta cuando conoció a su compañera más famosa, pero con la que nunca se casó: la también actriz Farrah Fawcett, con quien mantuvo una relación desde 1979 hasta 1997 (tuvieron un hijo, Redmond, en 1985). Ella lo dejó cuando le descubrió en plena infidelidad, pero retomaron su relación desde 2001 y hasta la muerte de ella, en 2008.
[Noticia de última hora. Habrá ampliación en breve.]