“Yo con Vox, ni a la esquina”: el partido ultra español se asoma a las elecciones mexicanas y Xóchitl Gálvez descarta la conexión
México se acerca a las elecciones presidenciales y los satélites que comienzan a rodearla son cada día más. Esta vez se ha asomado el partido español Vox. En un informe publicado en marzo por la Fundación Disenso y el Foro de Madrid, vinculadas a la formación de ultraderecha, analizaba las elecciones que habrá este año en América Latina y barajaba brindar apoyo “ofreciendo liderazgo” y “elaborando estrategias”. Ante esa posibilidad, el presidente especuló sobre el apoyo a la campaña de la candidata opositora, Xóchitl Gálvez. “Dicen que el grupo de derecha de España ya se suma y va a hacer también guerra sucia, qué bueno porque nos van a seguir ayudando”, ha dicho el mandatario este viernes. Consultada en conferencia de prensa, Gálvez ha descartado esa conexión: “Yo con Vox, ni a la esquina”.
Gálvez no dejado lugar a la duda. La candidata de la alianza Fuerza y Corazón por México, que reúne al PRI, PAN y PRD, ha negado tener alguna comunicación con Vox ni recibir su apoyo. “No los he visto nunca en mi vida, no me han planteado nada, no existe ese planteamiento. Se lo inventan”, ha señalado este viernes en rueda de prensa. “Yo pinto mi raya clarita, no me ando con rodeos. No comparto nada con ese partido, no tengo ninguna visión positiva”, ha agregado la candidata, que reprochó que unas veces la tildan de trotskista y otras de ultraderechista. “No soy ni una ni la otra, no soy una mujer de derecha, no soy radical en nada, soy una mujer que es capaz de hacer inclusión. No voy a ir con Vox a ningún lado”, ha sentenciado.
La disputa por la supuesta participación de Vox en las elecciones mexicanas comenzó a partir de un informe difundido este mes, sobre el panorama que tienen de la región. Allí analizaban el escenario electoral los países que tendrán comicios en 2024. “México está viviendo elecciones sin precedentes”, comenzaba la evaluación. “El resultado de estas elecciones marcará un antes y un después en el proyecto izquierdista de AMLO [Andrés Manuel López Obrador] en un país afectado por la desigualdad, la corrupción insuperable y la violencia generada por el narcotráfico y las mafias organizadas”.
El documento admite que la candidata del Movimiento de Regeneración Nacional, Claudia Sheinbaum, “cuenta con un sólido respaldo popular en detrimento de la oposición”. Lo que consideraron “preocupante” para el país, “ya que Sheinbaum representa una continuidad en la agenda política de AMLO”.
Dentro del escenario político mexicano, Vox mostró su predilección por el aspirante de ultraderecha Eduardo Verástegui, que no alcanzó a juntar los apoyos necesarios para participar en las presidenciales como candidato independiente. Al quedar fuera de la carrera, Gálvez invitó al ultraderechista a sumarse a su coalición, donde además de los tres partidos tradicionales, hay algunas organizaciones civiles y grupos de ultraderecha. Una propuesta que Verástegui acabó rechazando con una lista de motivos, que incluían su posición sobre el aborto, el matrimonio igualitario, la legalización de las drogas y el socialismo. Desde entonces el partido español no había tomado una nueva posición. Este informe, sin embargo, lo deja en el aire al ofrecer un apoyo generalizado para “la liberación del continente”, donde apuntan, entre otros casos, que López Obrador “perpetuar a su partido en el poder”.
El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido de gobierno, ha insistido en acercar a Gálvez a Vox. El presidente del partido, Mario Delgado, ha afirmado este viernes que la ultraderecha española se comprometió “con la candidata del PRIAN ‘a servir de elemento de apoyo, articulación, ofreciendo liderazgo, elaborando estrategias y dando testimonio de constancia y lucha”. Una afirmación que no es puntualmente cierta, pero que ha servido al político para intentar ligar a la candidata opositora con otros personajes además como el presidente argentino, Javier Milei; el expresidente brasileño, Jair Bolsonaro; o la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. “Se muevan en las mismas coordenadas que la oligarquía mexicana”, ha lanzado en redes sociales.
El presidente mexicano, que mantuvo un choque recientemente con la diputada de la derecha española Cayetana Álvarez de Toledo también por las elecciones en México, también ha intentado desdibujar la línea que separa a Gálvez de grupos políticos como el Partido Popular o Vox. “A veces dicen derecha o extrema derecha... no, no, no. Es una nada más, son iguales. No más que unos son más francos y otros más hipócritas, pero es un solo bloque, no hay matices”, ha dicho. La candidata opositora ha jugado a darle la vuelta y ha asegurado que Vox está más cerca de Morena que de ella, porque allí, en el movimiento del presidente, hay “un ala bastante derechosa”.
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