El PP de Andalucía veta un debate general en el Parlamento sobre la sanidad porque “crea alarma”

El Partido Popular, que tiene mayoría absoluta, impide desde el mes de mayo pasado un debate general en el Parlamento de Andalucía sobre la situación de la sanidad andaluza. La explicación de este veto nunca ha estado muy clara hasta este martes cuando el portavoz del grupo popular, Toni Martín, ha dicho: “No tiene sentido. Es ridículo empeñarse en un debate general con la intención de crear alarma y no vamos a entrar en ese juego. Los debates generales se celebran cuando hay una importancia extraordinaria, como la pandemia. Hay problemas, pero se están solucionando”.

Los grupos socialista y Por Andalucía (la marca regional de Sumar) han unido sus fuerzas para reclamar ese debate que incluye la presentación de propuestas de resolución. La petición no ha llegado ni siquiera a la Junta de Portavoces, el órgano encargado de dar el visto bueno a los órdenes del día del pleno, porque desde la Mesa de la Cámara, controlada por el PP, no se ha querido.

La publicación a principios de esta semana de los datos de las listas de espera en la sanidad andaluza, con un año de retraso “por problemas técnicos”, habla de unas cifras extraordinarias de andaluces a la cola para ver a un especialista o a la espera de una operación. Un millón de personas, en una comunidad de 8,5 millones de habitantes, se encuentra en esa situación a fecha de junio pasado: 192.561, pendientes de pasar por el quirófano y 841.731, de acudir al especialista.

La explicación que ha dado la consejera de Salud, Catalina García, de estas cifras ha causado estupor a la oposición. “Estos datos vienen refrendados por la actividad del sistema sanitario público andaluz. Y si el sistema funciona, las listas de espera sí o sí aumentan”, dijo a Canal Sur Televisión.

El PP suele contestar las críticas de sindicatos, organizaciones profesionales y partidos políticos mirando por el retrovisor. Compara sus cinco presupuestos autonómicos desde que llegó a la Junta con el último de los socialistas en 2018. Las cifras les favorecen: la sanidad ha incrementado su presupuesto en un 43%, la plantilla sanitaria ha aumentado de 90.000 profesionales a 125.000; y se han acometido nuevas infraestructuras sanitarias, con la recuperación de antiguo hospital militar de Sevilla —un edificio abandonado durante una década― como gran escaparate. Pero en las aplicaciones de sus teléfonos móviles lo habitual es que el Servicio Andaluz de Salud conteste a los que piden ver a su médico de cabecera: “Lo sentimos, las citas para los próximos días están ocupadas. En breve estarán disponibles nuevas citas. Por favor, vuelva a intentarlo próximamente”. El dato de cuántos andaluces se encuentra en esta situación no está computado, al contrario de los que esperan a una operación o a un médico especialista. Pero la oposición y los medios locales dan cuenta de citas para mayo de 2025.

“No es normal lo que está pasando”, ha asegurado la portavoz socialista, Ángeles Férriz. En su opinión, el Gobierno de Moreno ha callado durante un año los datos sobre las listas de espera por la sucesión de convocatorias electorales y porque estos son “indecentes”. Según ella, todo se debe a una decisión “premeditada” del Gobierno andaluz “para empujar a la gente a la sanidad privada”. Férriz ha pedido al presidente de la Junta el cese de la consejera y ha acusado a Moreno de “estar en otras cosas”.

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Palabras muy parecidas ha dicho el portavoz de Vox, Manuel Gavira. “Moreno está en todos los saraos, como el niño en el bautizo, el novio en la boda y el muerto en el entierro. Hablando mucho de inversiones y de hospitales y no tienen médicos. “En Andalucía tiene que haber un ‘caso SAS’. Algo tiene que haber oculto, porque si no, no se explica. Antes estábamos mal, pero ahora estamos peor”. Gavira no ha pedido la dimisión de la consejera de Salud, pero ha pedido a Moreno “una pensada”.

Desde el grupo mixto-Adelante Andalucía se ha reclamado la cabeza de García porque “es incapaz para el puesto”. La portavoz adjunta de Por Andalucía, Esperanza Gómez, ha criticado la derivación del gasto sanitario a la sanidad privada y “la nefasta” gestión del Ejecutivo de Moreno.

La negativa del PP para dar luz verde al debate general sobre la sanidad casa poco con las peticiones similares que a lo largo de sus 37 años en la oposición reclamó este partido. En las 12 legislaturas andaluzas se han celebrado un total de 72 debates generales, algunos sobre sanidad y la mayoría sobre la repercusión de los presupuestos generales del Estado en la comunidad. El formato de este tipo de discusiones parlamentarias favorece al Gobierno, que abre el debate y puede intervenir “cuantas veces lo solicite”. Para argumentar su rechazo, el portavoz del PP ha dicho que la consejera de Salud ha intervenido en los últimos meses un total de 14 horas en el pleno para contestar a 49 preguntas orales, nueve comparecencias y tres interpelaciones. “¿Y qué más da que sume dos horas y media más?”, se le ha preguntado. “Por respeto a este Parlamento”, ha contestado.