El Parlament se instala de nuevo en la desobediencia y permite votar a Puigdemont y Puig>

El paso dado por la Mesa de edad -en este caso avalada por su presidente, Agustí Colomines (Junts) y Mar Besses (ERC), pero no de Júia Calvet (Vox), que ha ejercido un voto particular en contra- se daba por descontado después de que en días anteriores, los dos partidos indepedentistas ha hubiesen anunciado que permitirían el voto delegado de los fugados.

La decisión llega después de la sentencia del Tribunal Constitucional conocida la semana pasada y que declaraba nula la decisión de la Mesa en la pasada legislatura que permitía al diputado instalado en Bruselas Lluís Puig el voto delegado, aunque por una cuestión de seguridad jurídica no anulaba los efectos de las votaciones en las que éste había participado.

Antes de darse a conocer hoy el voto delegado del propio Puig y de Puigdemont -ha sido finalmente el diputado Albert Batet el encargado de meter sus votos en la urna en su nombre-, el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, ha avisado de que presentará un recurso de amparo al Tribunal Constitucional (TC) .

«La justicia ha dejado clarísimo que no pueden hoy participar en la votación», después de que el TC anulara el voto telemático de Lluís Puig. El dirigente de los populares ha lamentado la, textualmente, imparcialidad del debate en la Cámara y «la utilización de los discursos institucionales para hacer auténticas chanzas políticas».

Por su parte, el diputado de Vox Joan Garriga, que también ha anunciado recurso y la presentación de una querella por prevaricación contra los miembros de la Mesa, ha pedido, sin éxito, que se convocase una Junta de Portavoces para reconsiderar la decisión de la Mesa de Edad.