El Partido Aragonés (PAR), en la ruina y condenado a la desaparición

Un largo litigio abierto por algunos militantes que denunciaron el «pucherazo» del XV Congreso celebrado en octubre de 2021 y en contra de sus entonces presidente, Arturo Aliaga, y secretario general, Joaquín Serrano, devastó a la formación, provocó su escisión en otras facciones (Tú Aragón y Aragoneses, la segunda se acaba de disolver) y el declive económico, hasta el punto de estar abocada a la desaparición.

Los aragonesistas, alejados de tentaciones separatistas según sus principios fundacionales de diciembre de 1977, se han caracterizado en estas cuatro décadas por pactar a diestra (con Luisa Fernanda Rudi) y siniestra (el PSOE de Marcelino Iglesias), lo que ha terminado por desgastar al partido frente al electorado. Era el «clavico» que une al abanico, en palabras de uno de sus históricos, José Ángel Biel, que fue vicepresidente del Ejecutivo autonómico, un partido bisagra esencial al que recurrían los partidos para sentarse en la sede oficial del Gobierno aragonés en Pignatelli, y que no ha dudado, ni dudaría en 2027, en presentarse en coalición con otra fuerza política.

Porque, aunque salvo milagro está condenado a su extinción, Izquierdo garantiza que «habrá una opción aragonesista, se llame como se llame, representada en las autonómicas de 2027». Entonces decidirían si es Pilar Alegría o Jorge Azcón la oferta política más atractiva, pero hasta ese momento, las siglas PAR tienen una odisea por delante.

Detonarlo desde dentro

Un juez (Primaria Instancia número 18 de Zaragoza) ha ordenado repetir la votación del cónclave impugnado desde dentro con la intención de detonar a la anterior Ejecutiva. La semana pasada, el partido solicitó al togado una aclaración sobre quién puede participar en esa votación, habida cuenta de que muchos de sus exmilitantes están ahora en las filas del PP o de alguna de las facciones escindidas. De no celebrarse de inmediato ese congreso para coger las riendas y presentar una planificación económica solvente, sus defensores aseguran que el PAR no vivirá.

Mientras, Izquierdo se revuelve dando algún coletazo en el Palacio de La Aljafería, donde su última «conquista», esta semana, ha sido sacar adelante su propuesta para que Aragón cuente con una Hacienda foral propia.