Dos de Mayo: Ejército y pueblo

También le distingue su trayectoria histórica vinculada a Córdoba desde 1917, primero en el antiguo cuartel de la avenida de Medina Azahara y desde 1995 en Cerro Muriano, con distintas denominaciones pero un mismo historial. Además, nombres como el torero Manolete, artillero de esta unidad, las hermandades de las Angustias y la Virgen de Linares, en cuyos actos y salidas procesionales interviene, o el conservar en perfecto estado las antiguas farolas del cruce de las avenidas Gran Capitán con Ronda de los Tejares, le añaden «cordobesismo».

Al capitán Ángel Guerras le correspondió dar la tradicional 'Lección del Dos de Mayo'. Desgranó la epopeya de los dos capitanes de Artillería, Luis Daoiz y Pedro Velarde, que en esa fecha, de 1808, tomaron por su cuenta y riesgo la decisión de desobedecer las órdenes de sus superiores de permanecer al margen de la situación. Tomaron partido al contemplar cómo las tropas napoleónicas, las cuales habían entrado en España como «aliadas» camuflando una ocupación, masacraban al pueblo madrileño alzado desde las primeras horas de esa jornada. Organizaron la defensa del parque de Artillería de Monteleón, al que acudieron también el teniente Ruiz con unos cuantos infantes, armaron a paisanos y resistieron los primeros asaltos de fuerzas francesas superiores en número y armamento.

El día terminó con la toma del parque, la muerte en combate de Daoiz y Velarde y el fusilamiento de numerosos patriotas madrileños. Pero a la mañana siguiente la noticia se extendió por toda España, que se levantó contra el invasor y no dio tregua al gabacho hasta su expulsión en 1814.En verdad, el 2 de mayo no es patrimonio exclusivo de artilleros y madrileños, sino que todos debemos sentirnos orgullosos de esa efeméride.

Y aprender de ella que el valor supremo de las Fuerzas Armadas es defender al pueblo español. Aprender que el Ejército no pertenece ni a un general, ni a un rey, ni a un presidente, ni por supuesto a un partido: pertenece al pueblo, debe estar con él, como este debe estar con sus militares. No está de más recordarlo porque no sé si muchos políticos lo tienen claro hoy, de igual forma que es preciso no olvidar que la unión victoriosa entre Ejército y pueblo español nacida en 1808 luego fue traicionada por Fernando VII y unos gobernantes que se encontraron un país unido y lo dividieron.