El auto judicial, al que ha tenido acceso ABC, recoge que el acusado ya fue condenado por violencia de género por sentencia firme en septiembre de 2022 y por quebrantamiento de condena por dos sentencias firmes en 2022 y 2023.
En el relato de los hechos elaborado por la Sección Segunda de la Audiencia, en un tribunal presidido por el magistrado Juan Luis Rascón, se recoge que el acusado Sever O. y la víctima, Enrique David B. estuvieron juntos la tarde y noche del día 11 de abril de 2024, visitando algunos locales de la zona en que se ubica el domicilio de la expareja del primero (M.D.P.), acabando los tres en tal domicilio compartiendo alcohol y sustancias estupefacientes.
En un momento de la reunión, ya sobre las 9.00 horas del día siguiente, el acusado se puso agresivo con M.D. saliendo en defensa de ésta E. D. B., la víctima mortal, iniciándose una discusión entre los hombres que motivó que la mujer exigiera al primero que dejara la vivienda, lo que éste hizo.
Sin embargo, movido por el resentimiento y decidido a acabar con la vida de E.D.B., por lo que regresó al citado domicilio al poco tiempo provisto de una navaja desplegada de 10 centímetros de hoja, llamó al timbre y al abrirle el otro hombre, de forma sorpresiva le asestó un único navajazo certero en el cuello del que no pudo defenderse, huyendo del lugar.
El navajazo causó a E. D. B. una herida inciso punzante de 10 centímetros de profundidad que le afectó al pericardio y a la raíz aórtica, provocándole la muerte por un shock cardiogénico secundario a taponamiento cardíaco por desgarro de la aorta ascendente.
Detenido cuando iba a deshacerse del arma
La Policía Nacional detuvo a Sever O. que ahora se enfrenta a elevadas penas de prisión poco después de los hechos en una calle próxima al citado domicilio cuando trataba de deshacerse del arma empleada. Los hechos descritos en el apartado anterior fueron calificados por el Ministerio Fiscal y las acusaciones particulares como constitutivos del delito de asesinato (matar deliberadamente a otra persona con alevosía, es decir, sin riesgo para el delincuente).