Crece la amenaza para el régimen sirio ante el avance rebelde hacia Homs

Los rebeldes aseguran que han "comenzado a rodear" Damasco después de apoderarse de las ciudades cercanas, no obstante el Ejército sirio niega haber abandonado sus posiciones junto a la capital. "Nuestras fuerzas han comenzado la fase final de cercar la capital, Damasco", advertía un alto comandante de la coalición rebelde, Hassan Abdel Ghani.

Por su parte el líder del grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), que encabeza la ofensiva que en pocos días ha tomado varias ciudades, dijo a sus combatientes que se preparen para tomar la capital. "Damasco les espera", aseguró Ahmed al-Sharaa en un comunicado en Telegram.

Desde la capital, el Ministerio de Defensa afirmó que" las informaciones según las cuales nuestras fuerzas armadas, presentes en todas las zonas del campo de Damasco se han retirado carecen de fundamento". Según la oenegé Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), el ejército sirio se retiró el sábado de sus posiciones en localidades a unos 10 kilómetros al suroeste de la ciudad.

La zona rural del norte de Homs se había convertido en las últimas horas en el nuevo frente de batalla de las fuerzas del régimen de Bashar Asad, que intentan repeler el rápido avance de la ofensiva rebelde de facciones islamistas, que han tomado en diez días todo el noroeste de Siria. El ejército oficialista bombardeó posiciones de la milicia rebeldes Hayat Tahrir Al Sham (HTS) -ex filial de Al Qaeda que lanzó la operación- y facciones islamistas aliadas, causando una veintena de muertos civiles, entre ellos cinco niños. En su canal de Telegram HTS aseguró que se encontraban a las puertas de la ciudad y dieron un ultimátum a las fuerzas del régimen para retirarse. "Nuestras fuerzas han liberado la última aldea en las afueras de la ciudad de Homs y ahora están en sus muros", dijo la facción siria que lidera el asalto.

Los rebeldes sirios lanzaron una ofensiva desde Idlib y capturaron rápidamente los alrededores de la ciudad, Alepo, Hama y avanzan hacia el sur, ante la caída de las defensas de Asad, cuyos valedores -Rusia e Irán junto a la milicia chií libanesa Hizbulá- se encuentran en un momento crítico, enfrascados en otros conflictos en Ucrania y Oriente Próximo.

Si los grupos rebeldes islamistas consiguen tomar bajo control Homs, la tercera ciudad más grande de Siria, marcará una importante victoria estratégica para la oposición, ya que el territorio en manos del régimen se dividirá en dos. Con su captura los rebeldes cortarían la conexión entre la capital Damasco (situada al sur de Homs), y las zonas costeras occidentales, bastión popular de Asad. Por otro lado, el régimen perdería el acceso a casi todos los cruces fronterizos con Líbano, golpeando la red de suministros por la que Irán envía armas a la milicia aliada Hizbulá.

Para saber más

Al progreso en Homs se le añade otro revés para Asad, con la apertura de un nuevo frente rebelde en el sur del país. En las últimas horas se ha producido un levantamiento en la ciudad de Daraa, cuna de las revueltas de 2011. Grupos rebeldes tomaron puestos de control y cuarteles militares en los alrededores de la ciudad, antes de capturar la urbe, ante la rápida retirada de las fuerzas oficialistas. Facciones rebeldes declararon que el ejército se desplazó a unos cien kilómetros de la ciudad en dirección a la capital y ahora controlan el 90% de Daraa, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que cuenta con una extensa red de fuentes sobre el terreno. Poco después, el ejército anunció que volvía a desplegar sus fuerzas en la zona, una confirmación de que las había retirado durante la noche del viernes.

Al este del país, las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) -lideradas por kurdos y que reciben apoyo estadounidense en su lucha contra el Estado Islámico- tomaron bajo control Deir Ezzor, bastión del gobierno en el desierto oriental. Las fuerzas kurdosirias alertaron hace días del resurgimiento del Estado Islámico en zonas desiertas del país. Por otro lado, también combaten contra facciones islamistas apoyadas por Turquía en el norte de Siria, donde los grupos rebeldes han intentado arrebatarles zonas densamente pobladas, provocando miles de desplazados.

La actual ofensiva rebelde ha puesto en duda el apoyo de Rusia e Irán al presidente sirio, ante la poca capacidad de contener el avance de las facciones opositoras. En las últimas horas Estados Unidos, Rusia, Jordania y otros países han instado al personal de sus embajadas y ciudadanos a abandonar el país ante la creciente inestabilidad en la capital. "Recomendamos a nuestros ciudadanos que se vayan ahora mientras siguen existiendo opciones comerciales (aéreas) en Damasco", declaró la embajada estadounidense. La situación "sigue siendo volátil e impredecible con enfrentamientos activos entre grupos armados en todo el país", añade la nota.

Por su parte Irán ha negado las informaciones aparecidas en varios diarios sobre la retirada de personal de embajada y funcionarios de Siria -incluido las fuerzas de élite Quds que dirigen la política regional de Teherán- y reiteró su apoyo a Damasco, informó la agencia oficial iraní IRNA.

Países colindantes con Siria han reforzado sus fronteras en las últimas horas para evitar el contagio del conflicto. "De acuerdo con la evaluación de la situación, el ejército israelí está movilizando fuerzas adicionales para misiones defensivas en la zona de los Altos del Golán", declaró el estado mayor israelí en un comunicado. El ejército iraquí también ha reforzado la frontera con Siria, mientras los principales líderes del país han llamado a sus seguidores a no intervenir en el curso del conflicto, ante el temor de que se produzca una escalada regional de las tensiones.