De un lado, la Junta, cuyo presidente y consejeros lamentaron ayer el revés merced a esa unión de la oposición. De otro, la oposición, con el partido mayoritario, el PSOE, agarrado al argumento de que Mañueco está «absolutamente solo», y también Vox, que acusó al presidente de «no» haber querido negociar con quienes fueron sus socios al inicio de la legislatura.
Puesta ya «en marcha la campaña electoral», como reconoció expresamente el PP en la Junta Directiva de Salamanca que clausuró Mañueco, sostenía que el revés del 'no' a las cuentas es temporal. «Incluiremos» las propuestas en el programa «y los presupuestos se aprobarán tras ganar las elecciones en el mes de marzo», reiteraba el presidente, quien acusaba a PSOE y Vox de unirse en la «coalición del ruido» con el «mismo objetivo: torpedear los presupuestos y el futuro de Castilla y León». Hacerlo, incidía, «con un objetivo común: que nada avance». «Han preferido el bloqueo frente proyectos buenos», recriminaba el jefe del Ejecutivo, convencido de que los presupuestos tumbados «se aprobarán después del mes de marzo, cuando tengamos una vez más una victoria sin ningún tipo de dudas». «Ni PSOE ni Vox Castilla y León nos van a parar», sostenía Mañueco, en una llamada a los suyos a la movilización.
«Rara sintonía»
En la misma línea, los consejeros. Los diez miembros del departamento tuvieron acto fuera de sus despachos, y quien más quien menos se pronunció para lamentarse del freno a las cuentas y la vez su confianza de que «en el futuro inmediato» podrá salir adelante el proyecto. «Un buen presupuesto», insistía el portavoz y titular de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, quien veía cómo su «última llamada a la reflexión» lanzada también desde la tribuna de oradores hacía eco en el hemiciclo y no se hacía realidad. «Cuando alguien quiere crear bloqueo, cualquier excusa es buena, y aquí hemos encontrado muchas excusas y muy poco ánimo de buena voluntad por parte de algunos grupos políticos», replicaba en declaraciones recogido por Ep el responsable precisamente de defender ese proyecto, a las críticas de falta de negociación esgrimidas por la oposición. Y no dejaba escapar tampoco la ocasión para señalar la coincidencia de PSOE y Vox para «bloquear, parar y destruir».
Una «sintonía un poco rara», consideraba por su parte el consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, quien cargaba contra el interés «electoralista y partidista» que a su juicio primó en la votación del jueves. Pese a ese rechazo, que hará que 2026 se estrene con la prórroga de las cuentas de 2024 -aprobadas mediado ese año de la mano del todavía gobierno de coalición de PP y Vox, y que se están aplicando también éste-, González Gago defendía que se garantizan los fondos previstos, informa Ical.
En sentido similar, la vicepresidenta y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, lamentaba que «la realidad» es que PSOE y Vox «no permitieron» la aprobación de un proyecto que «multiplicaba por dos las inversiones en igualdad». Y las «incrementaba significativamente» para luchar contra la violencia de género.
Enfrente, desde el PSOE, su secretario general en Castilla y León y candidato a la Presidencia de la Junta, Carlos Martínez, consideraba que lo vivido en el pleno del jueves demuestra que Mañueco es un «presidente esperpéntico, que como un alma en pena, un ánima, deambula por las Cortes absolutamente solo, asilado» desde el punto de vista político, social y «de su partido». «Un presidente que no es capaz de hablar absolutamente con nadie», sostenía el también alcalde de Soria, para quien este revés a las cuentas «es la imagen de alguien que no sé si ha tirado la toalla, porque no sé si la ha cogido nunca, pero quien ha bajado los brazos para defender los intereses de esta Comunidad». Y acusaba a Mañueco de mostrar una «imagen de desidia, holgazanería, pasotismo», al frente de un gobierno, aseguraba, «lleva agonizando tanto tiempo».
«Un presidente que está solo, aislado, aferrado únicamente al sillón del poder, pero que no es capaz a de ejercerlo con una mínima responsabilidad, coherencia», espetaba Martínez, crítico por la mañana desde Soria y por la tarde en la Escuela de Gobierno que el PSOE celebra en Salamanca.
Sin candidato
Desde la capital charra, también Vox acusaba al presidente de la Junta de no haber podido aprobar los presupuestos por no haber querido «pasar por el aro» y negociar con esta formación. Así lo aseguraba el secretario general de la formación, Ignacio Garriga, haciendo suyas las palabras de su líder, Santiago Abascal. Y dejaba claro que no les van a «temblar las piernas» tras las elecciones autonómicas, razón por la que señalaba que Mañueco, «sabe a lo que se enfrenta». «Tanto María Guardiola en Extremadura, como Mañueco en Castilla y León, tendrán que pasar por el aro», sostenía.
Eso sí, de cara a la cita con las urnas, reconocía que «aún no tenemos candidato, pero el que designemos sale a ganar». «No hemos venido a ser el coche escoba de unos, venimos, insisto, a conformar una alternativa política en todos los órdenes. Por tanto, aspiramos a ganar las elecciones de Castilla y León», recalcaba.