Los médicos alegan contra la prescripción enfermera de la ley del medicamento
Creen que el texto genera confusión y conflictos entre profesionales y que peligra la «seguridad clínica»
«Están en riesgo los 3.000 millones de euros que las compañías farmacéuticas invierten cada año en España, las 111 plantas de producción de medicamentos de uso humano y los 270.000 empleos directos, indirectos e inducidos del sector». Con este aviso ha mostrado el director general de Farmaindustria, Juan Yermo, la preocupación del sector por la nueva política arancelaria impulsada por el Gobierno de Estados Unidos de Donald Trump y ha reclamado revisar «urgentemente» la estrategia de la industria farmacéutica en España «para contrarrestar las presiones internacionales», «proteger» el tejido industrial y «promover la autonomía estratégica en medicamentos innovadores».
En Santander, durante el XXIV Encuentro Nacional de la Industria Farmacéutica que tiene lugar estos días en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Yermo ha advertido de las consecuencias de este cambio, que rompe un compromiso de 30 años basado en la ausencia de aranceles para medicamentos innovadores. «Los aranceles amenazan las cadenas globales de suministro, obstaculizan la I+D y perjudican a los pacientes de todo el mundo», ha sentenciado. El impacto, ha proseguido, puede ser de hasta 18.000 millones de euros para las farmacéuticas europeas y se compromete la capacidad del sector biofarmacéutico para invertir y desarrollar nuevos medicamentos.
En esta misma línea, la presidenta de Farmaindustria, Fina Lladós, ha destacado la complejidad que representa el contexto internacional actual y ha pedido medidas urgentes para que el sector se convierta en un motor de cambio y España y Europa se sitúen a la cabeza. «Desde la industria farmacéutica vamos a dar pasos firmes para transformar la incertidumbre en oportunidad y la oportunidad en progreso para la sociedad», ha resaltado. Para ello, considera «urgente» dar más peso a incentivos regulatorios y fiscales a la innovación, así como agilizar el acceso a los tratamientos. «Mejorar la salud significa también fortalecer la economía del país», ha resaltado Lladós.
Por su parte, el presidente mundial de Almirall y vicepresidente segundo de la Federación Europea de la Industria Farmacéutica (Efpia), Carlos Gallardo, ha advertido de la situación que vive Europa por las presiones internacionales: «Está provocando una oleada de inversiones en Estados Unidos por parte de las compañías farmacéuticas, lo que supone el riesgo de que medicamentos que hoy se fabrican en nuestro territorio podrían irse íntegramente a suelo americano, debilitando nuestra base industrial, el empleo cualificado y el valor añadido que genera la industria en la Unión Europea».
Por ello, Farmaindustria propone siete medidas para acelerar la inversión farmacéutica en España. La primera de ellas pasa por desarrollar un marco regulatorio que promueva la innovación. Esta propuesta se da, además, en un contexto en el que el Ministerio de Sanidad está preparando la reforma de la ley del Medicamento, que ha generado tensiones con el sector por el modelo que propone de precios seleccionados, pues este considera que pondría en riesgo el abastecimiento de medicamentos y el tejido industrial.
Entre las medidas, Farmaindustria también propone, una legislación medioambiental que contemple incentivos, la recuperación del atractivo de las deducciones por I+D en el Impuesto de Sociedades o nuevos incentivos para producir medicamentos estratégicos y biológicos, entre otras cosas.
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