La industria de Defensa española facturó 7.139 millones de euros en 2022
La facturación del conjunto de empresas de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio superó los 12.000 millones
Su presupuesto exacto es de 7.953 millones de euros para el periodo 2021-2027, dividido en dos pilares: 2.651 millones para la financiación de proyectos orientados a hacer frente a las amenazas a la seguridad y emergencias futuras; y otros 5.302 millones para la cnfinanciación de proyectos colaborativos de desarrollo de capacidades.
El objetivo de la Comisión Europea es apoyar la cooperación y la I+D, promoviendo la colaboración entre países y empresas de todos los tamaños y agencias de investigación. «Esto fomentará la competitividad de la UE y contribuirá a lograr la ambición tecnológica», reivindicó en su lanzamiento la vicepresidenta Digital de la Comisión, Margrethe Vestager.
Sin embargo, el analista Daniel Fiott avisa en un estudio publicado por el Real Instituto Elcano de que la guerra de Rusia en Ucrania ha sido «una conmoción» para la defensa europea y su sector industrial, planteando interrogantes sobre la capacidad europea de fabricación y la posibilidad de que los fondos europeos respondan a las necesidades de los ejércitos «ahora que se enfrentan a una guerra convencional en Europa».
En 2021 el FED financió 60 proyectos, y otros 41 en 2022, con un valor total cercano a los 2.000 millones de euros. Su distribución por sectores es muy heterogénea, desde el naval al aéreo, el terrestre, el espacio, la defensa antiaérea y antimisiles. Desde su creación, España y su industria participan activamente en el FED. En concreto, España participa en el 73% de todos los proyectos financiados los dos últimos años (74 de 101), según recoge Fiott en su informe. Entre las grandes industrias destacan Navantia, Indra o Sener Aeroespacial al frente de proyectos dedicados al desarrollo de capacidades en el área de ataque electrónico, vehículos tripulados y no tripulados para misiones submarinas o capacidades de combate terrestre.
También la consultora Llorente y Cuenca, en un reciente informe, sostiene que el actual contexto político pone de manifiesto «la necesidad de contar con un sistema de defensa netamente europeo que sea capaz de hacer frente a las amenazas regionales y globales». El informe sitúa a la industria española como el 6% de la facturación europea, pero destaca su capacidad para producir y exportar productos y servicios en el sector terrestre, naval y aéreo, así como en los sistemas de información y comunicaciones requeridos por las operaciones militares.
De hecho, apunta que en los próximos años se abre un escenario «muy atractivo» para todas las empresas que quieran crecer en el campo de la seguridad y la defensa y avisa de que aquellas compañías que no participen «de forma activa y temprana» de esta dinámica de colaboración público-privada pueden encontrar «crecientes dificultades para mantener su competitividad y su capacidad de hacer negocio en el sector».