Italia, dispuesta a vetar el catalán en la UE si se suman más países y no se queda sola
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El PP y Vox coinciden en su oposición y también están desplegando su red de contactos internacionales para lograr apoyos que frenen esta promesa de Pedro Sánchez al Junts de Carles Puigdemont a cambio de su voto a favor a la investidura.
Sin embargo, las divisiones en España también tienen sus ecos en Europa y este martes Vox ha afeado a los populares que intenten sacar pecho de sus esfuerzos internacionales. Es más, el portavoz nacional de Vox, José Antonio Fúster, ha asegurado que el PP tuvo que recurrir a eurodiputados de Vox para pedirles ayuda en los contactos europeos.
Fuentes del partido han apuntado que el PP pidió incluso a Vox que trasladara la importancia de oponerse a las lenguas cooficiales a la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, y al presidente húngaro, Viktor Orbán, entre otras formaciones. Vox forma parte en el Parlamento Europeo del grupo Patriots, cuyo partido preside el propio Abascal. En él se integra Orbán pero no Meloni, con la que Vox asegura sin embargo que mantiene una excelente relación.
«El PP tiene la red de contactos de una zarigüeya», ha ridiculizado Fúster, que ha asegurado que Vox ya estaba volcado en la negociación mediante conversaciones, informes y reuniones con sus socios. Y los de Santiago Abascal son optimistas respecto a la posibilidad de que varios países se unan para vetar la iniciativa, que creen que abriría además una senda incómoda para otras naciones en las que también conviven varias lenguas.
Vox tiene claro que las lenguas regionales no deben ser oficiales en la Unión Europea. Y no por una cuestión de «sentimentalismos» o «intereses políticos», sino por «eficacia y sentido común». Solo como ejemplo, ha señalado que la medida tendría un coste de 40 millones anuales por cada lengua que fuera aceptada.
Y su oposición es aún mayor cuando responde a una promesa de Sánchez al prófugo Puigdemont. «No podemos permitir que se tomen estas medidas a cambio del apoyo de minorías nacionalistas», ha insistido explicando su convicción de que «la diversidad cultural debe ser respetada» pero «sin multiplicar burocracias», «privilegios» ni «alimentar divisiones internas».
Todo en un contexto en el que el Gobierno está «cada vez más rodeado de corrupción» con escándalos a los que se suman los nuevos audios destapados por El Confidencial de miembros del PSOE contra la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que los socialistas han desmentido.
Vox ha insistido así en que cada día se conoce un caso más que afianza su idea de que no se puede negociar nada con el Gobierno y ha vuelto a enviar este mensaje al Partido Popular. Además, ha afeado a Alberto Núñez Feijóo que diga que aspira a sumar más de diez millones de votos para llegar al Palacio de la Moncloa.
Los de Santiago Abascal llevan días avisando a los populares de que los llamamientos al voto útil frustraron la posibilidad de desbancar a Pedro Sánchez en las elecciones de julio de 2023 y se abre la puerta a volver a fracasar si insisten en ese camino.
«Es absurdo, no van a conseguir diez millones de votos ni nada parecido. Están enloquecidos en ese camino de la moderación», ha reprochado Fúster, que ha pedido a Feijóo que escuche a los propios votantes del PP, que cree que reclaman que «se parezca más a Vox».
También ha respondido Fúster al alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, que este martes en el Foro ABC ha sostenido que todo lo que sea votar a Feijóo supondrá un respaldo para Sánchez. Lejos de esta frase «algo totan», Vox le ha recomendado que dé «gracias al cielo» por contar con un grupo municipal (Vox) con el que ha pactado los presupuestos municipales.