Musk visita en Israel uno de los primeros kibutzs atacados por Hamás y llega a un principio de acuerdo para el uso condicionado de Starlink en Gaza
El ministro de Comunicaciones de Israel, Shlomo Karhi, ha descrito este pacto como «significativo»
Los israelíes acusan al enemigo de no cumplir lo acordado ya que el texto pactado recogía que Hamás no separaría a las madres de sus hijos, algo que ya se hizo el sábado al poner en libertad a la pequeña Hila Rotem Shoshani sin su madre. Si finalmente salen los once rehenes, los israelíes darán luz verde a la excarcelación de treinta presos palestinos, todos ellos mujeres y menores. Pese a las tensiones, Israel ya ha avisado a las familias de que lo más probable es que la liberación de sus seres queridos se producirá esta misma noche.
Qatar y Egipto trabajan contra el reloj para acercar posturas, habilitar el cuarto intercambio e intentar expandir la pausa humanitaria más de allá de los cuatro días. El alto el fuego resulta imprescindible para la entrada y distribución de ayuda y la liberación de rehenes. Ninguna de las partes presiona demasiado para acabar con la pausa y volver a los enfrentamientos y tanto desde Hamás como desde Israel los mensajes a lo largo del día son de disposición a alargar la tregua.
Fuentes próximas a la negociación declararon a Reuters que los esfuerzos de Qatar y Egipto estarían cerca de obtener otras 48 horas de pausa, aunque Israel sería partidario de ir día a día y siempre a expensas de los rehenes liberados. Según el acuerdo original, Hamás podría obtener prórrogas de 24 horas por cada grupo de diez rehenes extra que entregue a partir de esa cifra de cincuenta que figura en el documento. Israel, a cambio, mantendrá la liberación de tres presos palestinos por rehén.
En medio del debate sobre si alargar o no el alto el fuego, el diplomático Michael Oren explicó en un artículo de opinión en 'The Times of Israel' que se trata de un dilema en que «o damos prioridad a restaurar nuestro poder de disuasión y devolver a los más de 200.000 israelíes desplazados a sus hogares, o nos centramos principalmente en garantizar la libertad de los rehenes. O convencemos a Irán y sus representantes de que nunca más nos ataquen y persuadimos a más países árabes para que hagan las paces con un Estado judío indomable, o cumplimos el juramento de Israel de no abandonar nunca a nuestros compañeros israelíes».
Los israelíes acusan al enemigo de no cumplir lo acordado ya que el texto pactado recogía que Hamás no separaría a las madres de sus hijos
El exembajador israelí en Estados Unidos abrió la puerta a una solución que pasaría por «ofrecer a Hamás paso libre desde Gaza (recordemos la evacuación de la OLP de Beirut en 1982) a cambio de la liberación de los rehenes. Los terroristas pueden zarpar hacia Argelia, Libia o Irán. Nuestros cautivos estarán unidos con sus familias».