Cristina Rubio: «Nadie quiere compartir cocina con 30 personas pasados los 20 años»

Ante ello, surgen alternativas como el flexliving, es decir la vivienda flexible. La capital hispalense se plantea como un lugar donde esta tipología de vivienda, con mucho éxito en Europa, puede triunfar. Un asunto que se dejó claro ayer en el foro celebrado por Gaesco junto a la asociación Coword.

El 'coliving' apuesta un modelo de vivienda colectiva a caballo entre lo privado y lo compartido. En él, priman las zonas comunes como cocinas, gimnasio, sala de proyecciones o un espacio para el 'coworking'. Principalmente está dirigido a jóvenes para una estancia corta en la ciudad, que pueden teletrabajar y que demandan esa vida en comunidad. También está el 'cohousing', más a largo plazo y entre un grupo ya formado, e incluso el 'cosenior' dirigido a personas más mayores, pero completamente independientes, que prefieren esta opción frente a una residencia convencional.

Bien es cierto, que aunque estemos en una sociedad cambiante, las nuevas demandas de forma de vida entre los jóvenes son, según los expertos, la razón de existir de los coliving. Esto no es más que una forma de adaptarse al nivel adquisitivo que tienen. Por muy diferentes que sean las generaciones venideras, esa predisposición a compartir salón y cocina con 30 personas pasados los 20 años, cuesta creerla.