Jero García: «Con quince fracturas de nariz, lo de respirar no se me da bien»>
En estos momentos -aunque sigue y se mantiene en plena forma- dedica la mayor parte de su tiempo a divulgar -como si se tratará de un hermano mayor- en escuelas e instituciones de toda España sobre cómo afrontar y erradicar el bullying. ¿De qué manera? A través de la Fundación Jero García-FAID.
- 1
«No desayuno, espero a la hora de comer para llenarme de nutrientes»
- 2
«Hago deporte aeróbico en ayunas y de fuerza después de comer»
- 3
«La mejor dieta es el ayuno intermitente e ingesta de hidrato a demanda»
- 4
«Alterno el boxeo, pádel y los ejercicios de fuerza. Hacer algo es obligatorio»
- 5
«Yo ya le he dado la vuelta al jamón, sino me cuido yo mal vamos»
- 6
«La única enfermedad que me preocupa no es física, es mental y es no superar mis miedos»
- 7
«Un día me levanté de madrugada con ganas de fumar y tomé una decisión: No fumaría más»»
- 8
«Con 7 horas de sueño voy de sobra, pero con menos funciono también, pero no a pleno rendimiento»
- 9
«¿Mi mejor terapia anti estrés? No hay otra como subirme a un ring y ponerme a boxear»
- 10
«¿Un vicio confesable? Sin duda estar con mi familia»
En el boxeo encontró los cinco superpoderes: constancia, sacrificio, disciplina, motivación y pertenencia al grupo y es lo que intenta transmitir. Además acaba de publicar 'Cola de lagartija' (Planeta Temas de hoy) un libro en el que «Cola», su protagonista, se cae muchas veces pero siempre consigue levantarse para seguir peleando.
Al margen de su faceta deportiva y literaria, Jero sigue cuidándose, pero a su manera. No empieza el día con un buen desayuno y casi siempre come fuera. «Por lo general, me toca comer en El Mauricio un bar del barrio que está pegado a mi gimnasio». ¿Su truco para mantenerse en forma? «Hacer deporte aeróbico en ayunas y hacer deporte de fuerza después de ingerir alimentos». ¿Su plato favorito? «La paella».
A la pregunta de si se preocupa por su salud comenta «yo ya le he dado la vuelta al jamón, sino me cuido yo mal vamos». Por último sobre su punto débil nos confirma que «tras quince fracturas de nariz, lo de respirar no se da demasiado bien, tenía que haber esquivado más».