Al menos siete muertos y miles de evacuados tras las lluvias torrenciales en Filipinas
Según cifras de la Policía, en torno a 32.000 personas han huido de sus hogares al norte del país. Así, en la región de Bicol, a unos 400 kilómetros al sureste de la capital, los trabajos de rescate se vieron complicados por inundaciones «inesperadamente altas».
«Enviamos equipos de rescate de la Policía, pero tuvieron dificultades para entrar en algunas zonas porque la inundación era intensa y la corriente muy fuerte», ha expresado la portavoz de la policía regional, Luisa Calubaquib, en declaraciones a AFP.
Las fotos que se han publicado muestran calles sumergidas por aguas fangosas en el municipio de Bato, en la provincia de Camarines Sur. Solo se veían los tejados de las casas y las tiendas de conveniencia.
«Se está volviendo peligroso. Estamos esperando a los equipos de rescate», ha expresado en declaraciones a la AFP la residente Karen Tabagan. En Naga, a unos 40 kilómetros de Bato, la mitad de las 600 aldeas quedaron completamente sumergidas por las inundaciones.
Los tifones son comunes en la región en esta época del año. Sin embargo, un estudio reciente ha mostrado que se están formando cada vez más cerca de las costas, intensificándose más rápidamente y durando más en tierra debido al cambio climático.
Cada año, unas 20 grandes tormentas y tifones azotan Filipinas o sus aguas circundantes, dañando viviendas e infraestructuras y matando a decenas de personas.