España da un paso más en su apoyo a Palestina mientras la Asamblea de la ONU exhibe la soledad de Estados Unidos y de Israel

La casualidad ha querido que el día en que la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York votaba la resolución que otorga nuevos "derechos y privilegios" a Palestina, en Washington el Secretario de Estado, Antony Blinken, mantuviera una reunión bilateral con el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares. Un encuentro entre dos administraciones con una postura distinta sobre cómo proceder para el reconocimiento de Palestina, y donde gran parte de la conversación -de hora y media de duración- la ocupó la paz en Oriente Medio.

Estados Unidos ha expresado en numerosas ocasiones que el debate sobre el reconocimiento del Estado palestino debería producirse después de un acuerdo previo con Israel. España, sin embargo, ya tiene tomada la decisión del reconocimiento del Estado Palestino. El ejecutivo de Pedro Sánchez llevó esta iniciativa como una de las promesas electorales y dentro de su programa de Gobierno. Hace unas semanas, Sánchez además anunció que se produciría el reconocimiento en el primer semestre del año.

Una vez tomada esa decisión, tanto Sánchez como el ministerio de Asuntos Exteriores, con Albares a la cabeza, centraron sus esfuerzos internacionales en posicionarse como mediadores en el conflicto por un lado y, por otro, en recabar apoyos para el reconocimiento de Palestina.

Después de numerosas giras, España consiguió que Irlanda, Malta y Eslovenia se comprometieran a reconocer el Estado Palestino. Es posible que este reconocimiento se haga de manera conjunta en las próximas semanas, seguramente el próximo 21 de mayo. Albares no ha querido reconocer la fecha en ningún momento, sin embargo, el alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, afirmó en una entrevista en Radio Nacional que sería ese día.

En los pasos por seguir apoyando a Palestina, España se sumó el 9 de mayo a la coesponsorización de la resolución de Naciones Unidas a favor de que el Consejo de Seguridad considerase de forma favorable la entrada de Palestina en el departamento y se convirtiera en el 194 miembro de la ONU. La iniciativa inicial fue esponsorizada por 32 países y a ella se sumaron otros tantos, hasta superar los 70, entre ellos España, antes de la votación.

Finalmente, la votación terminó con una abrumadora mayoría a favor del estado Palestino. En concreto, 143 países votaron a favor, 9 en contra y 25 se abstuvieron. La resolución aprobada por la Asamblea y no vinculante concede además a Palestina nuevas competencias que superan su estatus actual de "estado observador no miembro" y que definen su participación en la Asamblea General, pero especifica que no contará con derecho a voto ni podrá presentarse candidata a los organismos de Naciones Unidas, según informa EFE.

España, como ya anunció el ministro, ha votado a favor, mientras que Estados Unidos ha votado en contra. Y con esta discrepancia tan importante de perspectiva, Blinken y Albares se reunieron en Washington. "Tony Blinken respeta la posición soberana de España y no ha emitido ninguna opinión al respecto", ha asegurado el jefe de la diplomacia española. Según sus palabras, "la conversación no se ha planteado en esos términos".

Albares ha insistido: "No he venido a informar a Blinken del reconocimiento, es una decisión soberana de España. Hubiéramos hablado igual si ya se hubiera producido el reconocimiento o si ya se fuera a producir. Hemos coincidido en querer conseguir la paz". Además, ha recordado que "el reconocimiento es parte de las acciones de España para que llegue la paz. No he notado que surgiera ningún tipo de discrepancia. Nos hemos enfocado en cómo conseguir que regrese la paz. Es ahí donde nos hemos centrado".

La votación que este viernes ha tenido lugar en la Asamblea General de Naciones Unidas ha vuelto a evidenciar la cada día mayor soledad de los países que apoyan a Israel. A pesar de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha endurecido la presión sobre el israelí, Benjamín Netanyahu, advirtiendo incluso con la posibilidad de no enviar más armas, continúan con su apoyo en los organismos internacionales.

El pasado 18 de abril, Estados Unidos vetó una resolución que contaba con amplio apoyo del Consejo y que habría allanado el camino para que Palestina se integrara como miembro pleno de Naciones Unidas, algo que los palestinos han buscado desde hace tiempo y que Israel ha trabajado para evitar. El embajador adjunto de Estados Unidos ante la ONU, Robert Wood, dijo el jueves que el gobierno del presidente Joe Biden se opone a la resolución de la asamblea, según informa AP. Pero a diferencia de esa ocasión en el Consejo de Seguridad, donde Estados Unidos sí tiene capacidad de veto, en la Asamblea General, no.

La crisis humanitaria que enfrentan los palestinos en Gaza y la muerte de más de 34.000 personas en el territorio han desatado la indignación de varios países en múltiples reuniones del consejo y la asamblea. Incluso la sangría ha desatado las protestas de los estudiantes estadounidenses, que mantienen acampadas.

El borrador original de la resolución de la asamblea fue cambiado significativamente para abordar no sólo las preocupaciones de Estados Unidos, sino también las de Rusia y China, indicaron los diplomáticos consultados por Associated Press. Así, la propuesta final elimina la redacción que pondría a Palestina "al mismo nivel de los Estados miembros". Y, para abordar las preocupaciones de China y Rusia, decidiría "de forma excepcional y sin establecer un precedente" adoptar los derechos y privilegios en el anexo.

El presidente palestino Mahmud Abás presentó en primera instancia la solicitud de la Autoridad Palestina para integrarse a la ONU en 2011. El intento fracasó porque los palestinos no recibieron el apoyo mínimo requerido de nueve de los 15 miembros del Consejo de Seguridad. En la votación del Consejo de Seguridad del 18 de abril, los palestinos recibieron mucho más apoyo para una membresía plena en la ONU. La votación fue de 12 miembros a favor, Reino Unido y Suiza se abstuvieron, y Estados Unidos votó en contra y vetó la resolución.

El ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, calificó de "absurda decisión" la votación en la Asamblea General de la ONU, que consideró "un premio para los terroristas de Hamás".