El partido que hizo el Betis en Genk fue serio. Sí, tuvo más el balón y no dejó tampoco lugar a errores atrás que provocasen llegadas peligrosas del equipo belga. De hecho, en la primera mitad sólo hubo un tiro entre los tres palos y fue verdiblanco. Pero sí le faltó al cuadro bético verticalidad y que sus futbolistas más importantes de tres cuartos hacia adelante combinaran más y mejor de lo que lo hicieron. Antony, que, junto a Valentín Gómez, repitió en el once respecto al duelo en Villarreal estuvo espeso y poco acertado. También, bien cubierto por el técnico local, ya que cada vez que contactaba con la pelota había dos jugadores del cuadro belga con la obligación de taparlo. Además, en los primeros minutos del duelo perdió un balón en el banderín de córner y le pegó una patada al zaguero rival que le costó la primera amarilla del partido. Eso le descolocó y le hizo percutir poco por la banda derecha, salvo en una ocasión a la contra. A Lo Celso también le costó un poco. Tuvo que bajar muchos metros en varias acciones de ataque del Betis para tener contacto con el balón y eso al conjunto de Pellegrini le resta más que le suma.
Atrás no hubo complicaciones. Bartra y Valentín controlaban a Hyeon-Gyu Oh y también salían a zona de tres cuartos a tapar pases interiores que superaban a los centrocampistas, y los laterales, Ricardo y Aitor tampoco permitieron que Karetsas y Medina creasen peligro sobre la portería defendida por Valles. Faltaba ese paso al frente de verdad que mostrase que el Betis fuera a por el partido, porque en el centro del campo Altimira y Deossa intentaron mover la pelota, pero les faltó claridad y arriesgar algún pase interior, bien para Lo Celso o para Bakambu, que hubiera provocado alguna ocasión más.
Quizás el futbolista bético más destacado, el que más lo intentó, fue Riquelme. Compenetrándose bien en la banda con Ricardo Rodríguez, tuvo el balón varias veces en las proximidades del área y antes de la media hora protagonizó el único tiro a puerta de los tres palos de los primeros cuarenta y cinco minutos. Pero el madrileño fue bajando poco a poco sus prestaciones y fue sustituido cumplida la hora de juego.
Fue avanzada la segunda mitad cuando Pellegrini tuvo que mover el partido y meter en el césped del Cegeka Arena a varios futbolistas considerados de la unidad A. Fornals, Abde y el Cucho Hernández tuvieron que aparecer en el encuentro para intentar solventar el entuerto en el que se fue convirtiendo el partido. Pese a ello, el guion del segundo tiempo fue el mismo que en el primero, aunque el avanzar de los minutos hizo que las líneas se abrieran, hubiera más espacios y el conjunto de Fink tuviera la ocasión más clara del encuentro. En un contragolpe, el surcoreano Hyeon-Gyu Oh, ante una mala salida de Valles, muy descolocado, estrelló su disparo cruzado en el poste derecho de la portería.
- KRC Genk: Van Crombrugge; Nkuba, Sadick, Smets, Kayembe; Sattlberger, Heynen (Bangoura, m. 92), Hrosovsky (Sternberg, m. 65); Karetsas (Sor, m. 82), Medina (Heymans, m. 65) y Hyeon-Gyu Oh (Erabi, m. 82).
- Real Betis: Valles; Aitor, Bartra, Valentín Gómez, Ricardo Rodríguez; Deossa (Fornals, m. 62), Altimira; Antony (Pablo García, m. 46), Lo Celso (Chimy Ávila, m. 76), Riquelme (Abde, m. 62); y Bakambu (Cucho Hernández, m. 76).
- Goles: No hubo.
- Árbitro: Elchin Masiyev (Azerbaiyán). Amonestó a Antony, Heynen, Bakambu y Pablo García.
- Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de la fase de liga de la Europa League disputado en el Cegeka Arena (Genk) ante unos 20.000 espectadores, más de 450 aficionados del Betis. Tarde-noche desapacible, con viento y lluvia durante el partido.
Al final, empate. Es verdad que el Betis sigue invicto en Europa, ya con dos empates y una victoria, pero no consiguió en Bélgica ese segundo triunfo seguido que lo hubiera catapultado, con casi toda seguridad, con siete puntos en el zurrón, a los ocho primeros puestos de la clasificación. Ahora, deberá fajarse de verdad en los próximos dos encuentros continentales en la Cartuja, primero contra el Lyon y después ante el Utrecht.