La Fiscalía de Menores pide seis meses de internamiento para el joven de 16 años detenido en una operación contra el yihadismo en Sevilla

La Fiscalía de Menores de la Audiencia Nacional ha solicitado la medida de internamiento durante seis meses para el joven de 16 años detenido el pasado domingo en el municipio sevillano de Montellano por sus posibles vínculos con el yihadismo. El Ministerio Público, según han confirmado a este diario fuentes cercanas a este organismo, le atribuye la comisión de un delito de integración en organización terrorista y con carácter subsidiario un delito de adoctrinamiento terrorista o de autoadoctrinamiento terrorista, además de un delito de tenencia de explosivos.

La Policía Nacional llevaba desde el pasado mes de octubre siguiendo los pasos del joven detenido debido a la actividad de proselitismo yihadista que estaba realizando en redes sociales. Según fuentes de la investigación, su detención se precipitó este mismo domingo tras hacer el joven una serie de pruebas con los explosivos que había fabricado de manera casera. Los investigadores sospechaban que su intención era atentar en su instituto porque en varias ocasiones había manifestado que el lunes “era el día”.

En el registro de su casa, además del material explosivo, encontraron productos químicos para su elaboración como pólvora, ácido sulfúrico, acetona o aguafuerte, además de un chaleco como los que los yihadistas utilizan para inmolarse y un hacha. Todos estos objetos, además de las sustancias, estaban a la vista, por lo que los agentes también detuvieron a su madre para tomarle declaración y determinar qué sabía sobre los planes de su hijo y en qué modo había participado en la compra de los productos.

El joven, que fue trasladado a Madrid, ha declarado este martes por la mañana en la Audiencia Nacional. Las fuentes consultadas consideran que los delitos que se atribuyen al menor son graves y señalan que la medida de internamiento solicitada garantiza que se sustraiga a la acción de la justicia, ante el riesgo de fuga, y evita que el joven continúe con su proceso de radicalización y el riesgo que eso puede implicar para el resto de ciudadanos.

La madre trabajaba en Montellano, a donde había llegado con su hijo y su hija de ocho años, hace dos años en calidad de refugiados procedentes de Siria. El padre, del que se había separado, vive en Extremadura. El alcalde y varios vecinos aseguraban este lunes que la familia estaba perfectamente integrada en este municipio de 7.000 habitantes del extremo oriental de la provincia sevillana.

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