Cómo afecta la menopausia a tu cerebro: "Algunos cambios se parecen a los que preceden a la demencia"

La neurocientífica Lisa Mosconi y su equipo de investigación han descubierto que durante la menopausia, el volumen de la materia gris se reduce en áreas vinculadas a la atención, la concentración, el lenguaje y la memoria, lo que podría explicar algunas de las sensaciones y síntomas vinculados a la menopausia.

En 'Menopause brain', Mosconi explica que llega un momento en el que muchas mujeres, de la noche a la mañana, notan una serie de cambios tan repentinos que hacen a algunas pensar que, realmente, están perdiendo la cabeza. "Podría ser una sensación de desorientación, en la que te encuentras haciendo cosas cada vez más distraídas, como entrar en una habitación sólo para preguntarte qué te hizo ir allí en primer lugar. Es posible que se extravíen las pertenencias: los cartones de leche acaban en los armarios y las cajas de cereales en el frigorífico. La comunicación también puede convertirse en un desafío. Pueden surgir momentos de puro pánico mientras luchas por encontrar esa palabra en la punta de tu lengua o te quedas en blanco acerca de algo que acabas de decir, perdiendo el hilo de tus pensamientos. Las emociones también pueden alterarse, como si una densa oscuridad te hiciera llorar sin una razón clara para ser reemplazada un momento después por oleadas de irritabilidad o incluso ira. Y justo cuando esperabas que una buena noche de sueño pudiera resolver estos problemas, el sueño se torna difícil de alcanzar", escribe antes de asegurar que, por fin, existe una explicación a esta situación. Por supuesto, se trata del "cerebro de la menopausia", y es esencial hablar de que estos cambios existen y ocurren.

Renovación cerebral: una orquesta cambiante

Sin embargo, lamentablemente se habla poco de cómo la menopausia puede cambiar los niveles de energía, la estructura, la funcionalidad cerebral e incluso la conectividad. La doctora Marimer Pérez (si no sigues su perfil de Instagram, te estás perdiendo una joyita, pues se asegura de hablar de las bondades -sí: BONDADES- de la menopausia) explica a Yo Dona que los estrógenos, nuestra hormona principal, no tienen una función local sólo en nuestra pelvis o útero, sino que tienen una acción a nivel cerebral, un órgano lleno de receptores de estos estrógenos. "El estradiol es capaz de desencadenar la neuroprotección, aumenta o mejora el sistema inmune a nivel cerebral y estimula la síntesis de unos neurotransmisores. Van todos en una misma orquesta. Cuanto más altos sean los niveles de estrógenos, tendremos mayores niveles de serotonina, un neurotransmisor que conocemos como la sustancia de la felicidad.

El estradiol aumenta también la dopamina, que nos ayuda a sentir satisfacción y sentirnos motivadas... Por ello, en la menopausia, al disminuir el estradiol, disminuyen los niveles de esos neurotransmisores que forman parte de una orquesta del bienestar. Esto explicaría esa sensación que tenemos de tristeza, de no tener ganas o no saber disfrutar de algunos momentos. El estradiol es el director de esta orquesta cerebral. En nuestra fase reproductiva, toca la sinfonía y dirige a los neurotransmisores, pero cuando cae, la orquesta, como dice Mosconi, toca una melodía que no llega a sonar del todo bien. Se manifiesta con síntomas que se vinculan a la menopausia", explica.

Por ello es esencial incorporar este nuevo pensamiento, pues posiblemente esos cambios de humor e irritabilidad estén relacionados también con un evento a nivel cerebral. La doctora Marimer Pérez recalca que la menopausia es un proceso que trasciende nuestros ovarios, es un proceso de renovación cerebral, de muchos cambios, siendo importante comprender el efecto psico protector y neuroprotector y poner palabras a estas situaciones, porque valida los sentimientos que algunas tienen en la menopausia. "Es clave entender que la salud cerebral en la menopausia, tanto a nivel cognitivo como emocional, puede ser abordada con estrategias específicas que tengan un impacto positivo en la calidad de vida de las mujeres menopáusicas", añade.

Cómo mantener la sintonía

No esperabas semejante sinfonía al hablar de la menopausia, ¿verdad? Valeria Espinosa, Coach en Menopausia y Salud Hormonal, se encarga de acompañar a las mujeres en este momento determinante de sus vidas, para guiarlas, con empatía y conocimiento, a vivir esta etapa de transición desde la plenitud y el bienestar. Asegura que para adaptarnos a los cambios que se producen a nivel cerebral durante la menopausia, es importante apoyarnos en un estilo de vida saludable y hábitos que favorezcan el bienestar integral. "Es de gran beneficio consumir alimentos ricos en vitaminas del complejo B (verduras de hoja verde, yogur, salmón, huevos, semillas de girasol). Asimismo, es recomendado realizar regularmente actividad física de tipo aeróbico, ya que tienen un impacto positivo en la función cognitiva (pensar con claridad) y el estado de ánimo (sentirnos relajados por la liberación de dopamina, serotonina y endorfinas). Es adecuado practicar técnicas de reducción de estrés como la meditación ó la respiración profunda y tener una higiene de sueño adecuada durmiendo entre 7-8 horas cada noche", explica.

Enumera otras estrategias para agudizar las habilidades de la memoria, como realizar juegos que combinen nombres con imágenes mentales de fácil recordación, utilizar una agenda o calendario para anotar las actividades pendientes, mantener el hogar o lugar de trabajo en orden y por último, minimizar las distracciones focalizando la atención en una sola actividad a la vez.

Una memoria en clave de sol

Los cambios neurológicos, que como hemos comentado pueden ser responsables de algunos síntomas de la menopausia, incluida una disminución leve, generalmente temporal, de la memoria y la cognición, en realidad se parecen, como indica la Doctora Mosconi, a los cambios en el cerebro que preceden a la demencia. Como señala un estudio reciente, los sofocos durante el sueño se asocian con el incremento en la sangre de biomarcadores vinculados al Alzheimer, que pueden ser indicadores tempranos de la enfermedad. Sin embargo, si bien esta investigación suena alarmante, la Dra. Pauline Maki, coautora del estudio, indica a 'New York Times' que el cerebro y la función cognitiva de la mayoría de las mujeres se estabilizan después de la transición a la menopausia. "Tengamos en cuenta cuántas mujeres pasan por la menopausia. El 80% de ellas no desarrollará demencia. No podemos catastrofizar esta transición universal", advierte. Instituto de la Menopausia no quiere dejar de recordar que al llegar a la década de los 40, comienza a ser habitual entre las mujeres olvidarse de citas, nombres o datos que antes recordaban sin problema. También es común notar una especie de confusión o niebla mental que impide concentrarse o hacer varias tareas a la vez.

Sin embargo, aseguran, este aumento de los despistes, pequeñas pérdidas de memoria o problemas de concentración, son normales. "Hasta un 60% de mujeres de más de 45 años los reportan, y suelen notarse más al llegar la menopausia. Esto se debe a que los estrógenos afectan a los neurotransmisores cerebrales, es decir, los mensajeros químicos entre el cerebro y el organismo. El cerebro posee receptores de estrógeno y muchos de estos se sitúan en el hipocampo, una región relacionada con la memoria, y al descender los estrógenos en la menopausia, es normal que estas funciones se vean afectadas", explican. "Es algo habitual en estos años, y es algo que suele ir regulándose al equilibrarse las hormonas, aunque es cierto que el envejecimiento también puede hacer que estos problemas de memoria continúen si no cuidamos nuestro cerebro", dicen. Además, los síntomas de la menopausia (sofocos, sudores, sequedad) también afectan a diferentes funciones cognitivas como la atención, la memoria, el estado de ánimo... "Las alteraciones de sueño, la fatiga, la ansiedad y la depresión, síntomas habituales durante el climaterio, tienen un gran efecto en la memoria", dicen. Junto a los consejos anteriores, recomiendan también apostar por sustancias y suplementos dietéticos que ayudan a mantener el cerebro en forma gracias a sus antioxidantes, como la cúrcuma o el resveratrol.

La banda sonora de nuestra vida

Hablar del "cerebro de la menopausia" es vital para disipar el mito de que la menopausia significa el final, pues demuestra que en realidad, es una transición. Como asegura la Dra. Mosconi, contrariamente a la creencia popular, si sabemos cómo cuidarnos durante la menopausia, podemos disfrutar de un cerebro renovado y mejorado, marcando el comienzo de un nuevo capítulo de la vida.

"Tenemos que meternos en la cabeza que los cambios ováricos fruto de la menopausia van en sincronía con otros cerebrales, y por eso hay una corriente que habla de la menopausia como un evento neuroendocrino. Hay que enfocar estos cambios cerebrales desde una perspectiva positiva, pues nos vamos a ir liberando de zonas cerebrales que antes nos hacían tanta falta. Es una remodelación que no hay que enfocar como algo negativo, porque muchas mujeres se adaptan bien a estos cambios de vida", explica la Dra. Merimer Pérez, que confiesa que para ella, estas alteraciones han sido sumamente positivas. "He perdido esa sensibilidad extrema a no gustar y a no estar a la altura. Ahora soy más capaz, a causa de ese desbalance hormonal, de decir que no a determinados planes y a estar más determinada a mis decisiones. No tenemos que sentirnos avergonzadas de envejecer: hay que recuperar el poder del envejecimiento saludable", asegura.

La conclusión final bien podría ser que es esencial ver la menopausia como un proyecto de renovación del cerebro, que al reconfigurarse, permite a las mujeres continuar con la siguiente fase de su vida, que, como indica Lisa Mosconi, si bien no es reproductiva, puede ser igual de productiva que la anterior. Vaya bonita melodía para finalizar este concierto, ¿no?