El Congreso de los Diputados está en coma

Desde que a Pedro Sánchez se le ha roto la antinatural mayoría que lo invistió, al PSOE le ha entrado aversión a someterse a las votaciones en el Congreso. Así que en este nuevo arranque la Cámara ha reducido drásticamente su principal razón de ser, la actividad legislativa. No hay proyectos de ley del Gobierno que aprobar en el pleno ni en las comisiones y las votaciones serán las ineludibles: de iniciativas obligatorias de los grupos parlamentarios por cupo y el minidecreto ómnibus para el que Moncloa ya logró los apoyos tras el fracaso de enero.

El temor a otra sonora derrota es tal que el PSOE no quiere arriesgarse ni siquiera con las proposiciones no de ley -las no vinculantes- porque sabe que sus socios le tienen muchas ganas. Para este martes le tocaba elegir una para debatirla en el pleno y, con todos los problemas urgentes que tiene España, ha escogido discutir, no es broma, sobre la menopausia. Debe de ser el único tema en el que tiene la seguridad de que nadie le va votar en contra. No digo yo que no sea importante instar al Ejecutivo a «estudiar, investigar y analizar los casos de las mujeres con menopausias que tengan afectada su salud por precocidad (premenopausia), y en la menopausia y posmenopausia (climaterio) con signos y síntomas evidentes», como reza la propuesta. Pero creo sinceramente que hay temas más apremiantes, como tomar de una vez medidas efectivas sobre la vivienda, reducir el paro o definir una estrategia para proteger nuestros productos frente a la amenaza arancelaria de Trump.

¿Y el resto de actividad del pleno? Sesión de control para entretener al populacho con el pimpampum político habitual. ¿Y en las comisiones? Mucha comparecencia y preparación de trabajos en las pocas que tendrán actividad. Pero de dura labor legislativa para mejorar la vida de los españoles ni rastro. De hecho, los diputados regresarán a su casa un día antes, el miércoles, porque no hay puntos para llenar tres días de pleno. Y tiene pinta de que esta será la tónica habitual en este periodo de sesiones. El empeño de Pedro Sánchez por gobernar con una mayoría imposible está induciendo al Congreso al coma.