El Sevilla se diluye en su estadio en 2025: sin victorias y tres puntos de 12 posibles
El dato más revelador está en el número de goles a favor. El Sevilla ha anotado un tanto menos de los partidos que ha disputado como local, un auténtico despropósito de eficacia y un porcentaje de eficiencia altísimo, ya que ha sido capaz de sumar una cantidad de puntos mejor de lo esperado. Y es que esos goles cuestan y suman. Sólo se ha quedado en dos ocasiones sin celebrar un gol, en las derrotas ante Girona y Real Sociedad; por contra, sólo en el duelo contra el Valladolid fue capaz de hacer más de un gol. Y no será porque el equipo no genere, pero le sigue sin dar con esta plantilla para vivir una tarde plácida, como la disfrutada hace poco en Valladolid o en su momento en el campo del Espanyol. En el Sánchez-Pizjuán se cumple esa extraña mezcla entre el apoyo más incondicional de la grada, con la habitual bronca a los dirigentes y esa inseguridad manifiesta que se transmite a los propios jugadores.
La libertad de actuación hace tiempo que quedó tocada. Pimienta, quien era la figura de consenso y la persona sobre la que debía orbitar este proyecto y dar tranquilidad a un público encendido contra los que mandan, ha ido perdiendo crédito con el paso de las semanas y los meses. Se entiende que es el entrenador posiblemente más adecuado para un Sevilla en la actual situación, aunque sus decisiones no dejan de cabrear a una hinchada que por momentos se ha ilusionado con la posibilidad de jugar competición continental. Sigue estando a tres puntos y ahora cada rival, dentro del nutrido grupo de aspirantes a un número aún por determinar de plazas que den derecho a participar en una competición continental, parece de esa misma liga. Tendrá que sacar el Sevilla su mejor versión para alcanzar esos objetivos. De momento, los partidos se concentran lejos del Sánchez-Pizjuán, lo que quizás produzca cierto alivio en este momento de la temporada. Despegar sin al apoyo de los tuyos, ni tampoco bajo el foco de su presión. Otras plantillas del Sevilla con más pedigrí aguantaban mejor esa olla a presión. Hay jugadores en el vestuario actual a los que le tiemblan las piernas con sólo salir a calentar a la hierba.
Falta de gol
El Sevilla suma 30 goles esta temporada, siendo la cifra entre dentro y fuera de casa muy dispar (12-18). El elemento curioso o que habla a las claras de lo que sucede en Nervión es que las principales armas anotadoras del equipo no ven portería en el coliseo nervionense. Algo sucede. Comenzando por Dodi Lukebakio, a quien en las últimas semanas parece haberle llegado un pico menor de rendimiento y cada decisión que toma en tres cuartos de campo suele ser la menos aconsejable. Frente al Mallorca no le salió nada. Ni el pase más sencillo sobre algunas de las subidas de Juanlu, generoso en el esfuerzo. Todo se marchaba al limbo, como un zurdazo libre de marca en la frontal al que le pegó con el alma y sin oxígeno. Mal resuelto.
Y es que el belga sólo suma tres goles de los diez que acumula en el curso junto a los sevillistas, estando en esta cifra el único que ha conseguido desde el punto de penalti. No encuentra la inspiración en Nervión. Algo parecido a lo que le sucede al segundo en ese escalafón de los máximo anotadores que deprime por los nombres inesperado que se van alzando en esta ranking anotador. Con sus dos goles en el José Zorrilla, Juanlu es el segundo mejor anotador de los andaluces. Suma cuatro goles, todos fuera de casa. Algo similar a lo de un Isaac Romero que no celebra un gol desde hace diez meses en el Sánchez-Pizjuán. Desde que lo hiciese En-Nesyri, ningún delantero del Sevilla ha intentado hacer que se olvide o al menos diluya un poco la figura del delantero marroquí, al que se le caen los goles en Turquía.
El asunto de Isaac también choca directamente con una planificación ofensiva que parece destinada a regalarle la camiseta de titular sin estar, por momentos, preparado el de Lebrija para ello. Otro encuentro que le pasa por encima sin que apenas se notase su participación. Tuvo una contra de uno a uno con Raíllo donde le faltó ese convencimiento que sí alcanzó en un momento del pasado curso. No se atrevió a lanzarse contra el central buscando la pierna que no le estaba tapando. Consiguió un disparo sin mordiente ni destino.
El Sevilla se sigue desangrando en casa en la pelea por Europa, sin olvidar que tiene otras batallas que todavía no ha finiquitado. Se ha centrado en mirar hacia arriba porque así lo manda el calendario y le exige su afición. Le tocará dar un mejor rendimiento cuando todo las semanas endurezcan el nivel de los rivales a batir. Ha pasado un llano sin pena ni gloria. Antes del parón de selecciones deberá verse las caras con Rayo y Real Sociedad con el cartel de visitante. No saca tanto puntos como visitante, aunque se le ve más desinhibido, menos cohibido, con más pegada. Todo esto deberá demostrarlo en Vallecas y San Sebastián, para terminar con el Athletic como local antes del parón. Después del descanso internacional, tocará el derbi. Tres salidas en las próximas cuatro jornadas. Si Nervión ahora regala puntos, al Sevilla le tocará sacarlos de donde se pueda.