Cristina, madre de familia numerosa, o cómo sobrevivir a las vacaciones escolares: "No hay bolsillo que resista campamentos de verano para seis hijos"

Cristina Martínez Gijón tiene 40 años y, junto a su marido Álvaro, de 38, ha formado una familia numerosa, de esas que superan con creces el apenas un hijo y pico que, según el INE, tienen de media las españolas. En su caso, esta pareja residente en Sevilla tiene seis criaturas. No está claro si vendrán más o no, pero si sucediese, ellos "la recibirían con los brazos abiertos", dice esta 'instamami'.

La disposición que manifiesta se debe a que su prioridad es su familia, aunque no esconde los sacrificios que ambos hacen para sacarlos adelante. Y el verano, con el fin del colegio, todo se multiplica exponencialmente. Una cosa es tener a seis niños en clase hasta las cinco de la tarde, "comidos y merendados", y otra muy diferente es la 'barra libre' de las vacaciones.

Este 24/7 exige mucho trabajo y mucho trajín. Tanto, que esta entrevista se lleva a cabo 'por fascículos', única manera de que Cristina, que se ocupa de ellos casi al 100%, pueda atender al teléfono. Ella, economista de formación, con un máster en empresas de moda, ha trabajado en sectores diversos (en Deloitte, en una sucursal bancaria, en una tienda de vestidos de novia, en marketing, en una empresa de alquileres vacacionales, etc.), aunque reconoce que tantos embarazos no han facilitado la continuidad de su vida laboral. "Para mí mi proyecto personal y familiar siempre fue lo prioritario", sostiene con seguridad.

Sus niños, de tres a nueve años, con mellizos incluidos, absorben ahora su día al completo, una actividad que compagina con los contenidos que crea en redes sociales y con los que consigue "algunos trabajitos" para aportar ingresos a la economía familiar. Porque una familia de ocho miembros son palabras mayores...

Mucha gente se preguntará si tiene ayuda en casa con tantos niños...
Antes tenía a una persona cinco días a la semana, ocho horas, pero tuvimos que hacer reajustes económicos y ahora Maricarmen solo viene dos días y la mitad de las horas. Hay veces que no puede venir, así que en general, yo pringo bastante en casa, la verdad. Para ocasiones puntuales, como salidas en pareja o algo así, llamo a alguna canguro o le pido ayuda a mi suegra. Poco más.
Tendrá una casa grande ¿o vive en un pisito?
Tengo la suerte de vivir en un pareado con jardín y zona comunitaria. Muchos vecinos son amigos con niños pequeños y además coincidimos en el colegio. La piscina de la urbanización es una gozada para mis hijos.
En muchas familias los desayunos y la salida hacia el cole es una locura. ¿En la suya?
Son bastante ágiles, porque los niños lo dejan por la noche preparado y vamos muy rápido. Eso sí, echo de menos tener una tostadora industrial, porque me tiro cada día 20 minutos haciendo tostadas. Lo que peor llevo es cocinar. A las cenas llego derrapando, como puedo, y preparo algo a última hora.
No me diga que no llegan tarde al cole...
Está todo medido. A las 7.15 estamos todos en pie, a las 8 suben a lavarse los dientes y se visten más o menos solos, menos la pequeña, que tiene 3 años. Si acaso, tengo que atar algún cordón de zapatos, pero ya está. A las 8,50 salimos pitando. Lo bueno es que tenemos el cole al lado de casa.
Con tantos críos y tan pequeños, no quiero imaginarme la gestión de la colada y lo que paga de electricidad, la verdad.
Pongo muchas, es verdad. Fácilmente, cuatro al día. Para que no se me acumule la ropa, intento llevar la plancha al día. Antes se me hacían unas montañas enormes y era horrible. Como tengo placas solares, tengo recibos de luz de ocho euros. La gente no se lo cree.
Su marido, aunque trabaje fuera de casa, ¿cómo participa en toda esta logística?
Tiene buenas medidas en conciliación en su trabajo, por suerte, aunque algunas veces viaja, pero es esporádico. Los días que teletrabaja él se ocupa de los desayunos y antes de que me los lleve al cole, se encarga de hacer moños y coletas a las niñas, y la raya bien marcada a los niños. Mis hijos me dicen muchas veces que prefieren que los peine él, que se le da mejor. Y en lo que sí ayuda muchísimo es en los deberes. Tiene mucha más paciencia que yo y delego totalmente. Por las noches, yo suelo irme con las niñas y él, con los niños. Les contamos un cuento, buenas noches y se acabó.

Acaba de terminar el cole, época de cierre con festivales y eventos varios. Una época crítica para una madre de familia numerosa. ¿Nunca se le olvida nada?
Intento apuntarme todo lo que debe llevar cada uno y procuro llamar a alguna madre de clase para que me haga un repaso de lo que hace falta. Siempre me toca salir un bazar que tengo fichado y que cierra muy tarde a comprar algo que se me ha pasado. El otro día hice para uno de mis hijos una mochila de 'cazafantasmas' y otro debía llevar también un disfraz pero ¡no lo leí! El pobre me decía: 'mamá, ¿yo por qué no voy disfrazado?'.
¿Ha seguido algún modelo concreto de crianza?
Creo que los dos hemos optado por el sentido común y por priorizar las cosas que son importantes de verdad. Es cierto que al principio eres inexperto y tienes miedo, pero no hemos leído muchos libros. Si acaso, alguna vez he pedido consejo a mi hermano y mi cuñada que ya están esperando el hijo número 11. Di pecho al primero, pero tuve una mastitis tremenda y seguí con biberón. Así lo hice con los demás y todo salió fenomenal.
¿Una familia numerosa solo es apta para ricos?
El tema del dinero me lo pregunta mucha gente. Mi marido me pidió matrimonio cuando los dos éramos mileuristas. Estábamos en Madrid pero luego vinimos a Sevilla y yo ni siquiera tenía trabajo. Teníamos muy claro que nuestro sueño era tener una familia numerosa. Quiero romper ese cliché de que hace falta ser rico. Él ha prosperado laboralmente y yo tengo las redes, gracias a las cuales, por ejemplo, apenas gasto en ropa, porque hay marcas que me apoyan. He comprobado que tenemos una capacidad de salir adelante sorprendente y de que soy muy resolutiva. Hay quien espera el momento perfecto para tener hijos y reconozco que es importante la estabilidad económica, pero mi familia es la inversión más rentable que voy a tener de por vida.
¿Qué sacrificios hacen, por ejemplo, en ocio?
Cuando cambiamos a los niños al colegio privado que queríamos, tuvimos que renunciar a tener a Maricarmen todos los días. Tampoco salimos mucho a cenar; si acaso, una vez al mes. Lo esencial es tener clara tu escala de prioridades, apretarse el cinturón cuando lo necesitas y gastar lo estrictamente necesario.
¿Campamentos para seis niños es un disparate económico?
Yo estoy en casa, así que no hay presupuesto para ningún campamento. Es un dineral. Por suerte, como tenemos la piscina de la comunidad los niños están entretenidos y juegan mucho entre ellos en el jardín. Se lo pasan bomba. Por las tardes vamos a un club cerca de casa. Me llevo los pijamas y se duchan allí. Al llegar a casa, ya está mi marido y preparamos la cena.
Dicen que en las familias numerosas los niños ayudan mucho en casa. ¿Corrobora?
Todos ayudan en algo. Unos con el 'cristasol', otros con la aspiradora... Lo bueno es tengo la habitación de juegos en la planta de abajo y todos los juguetes están concentrados. Cuando está en condiciones infames, pego un grito y la recogen. ¡Es un gusto! En lo que me gustaría tener más ayuda es en la preparación de las comidas. Es lo que más me cuesta. Pero en general, con la pequeña de 3 años creo que ya estamos despegando y estamos muy organizados, dentro de que algunos días sea el caos. Pero esta es mi familia.