España, suma y sigue: Oro de Peleteiro y plata de Attaoui
Su éxito llegó acompañado de dos medallas más, la plata de Mohamed Attaoui en el 800 masculino y el bronce del equipo femenino de medio maratón.
Para subirse al podio la gallega desplegó todo el catálogo de gestos que le ayudan a concentrarse en la tarea, en visualizar el mejor salto posible. Con el rostro serio, casi de enfado, golpeándose el hombro, pidiendo a gritos el apoyo del público y enviándose órdenes a sí misma para exigirse el máximo. Como su compañera de entrenamientos, Yulimar Rojas, resulta un espectáculo verla en acción.
Peleteiro comenzó en 14,37, su mejor marca al aire libre este curso, y se colocó primera. Podía ser, incluso, un salto de oro. Mejoró un poco más al segundo intento, hasta los 14,46. El podio estaba encarrilado, pero surgió una rival inesperada. La turca Tugba Danismaz aprovechó ese segundo salto para irse hasta 14,57 metros, marca personal para ella y nuevo récord de su país. Un revés inesperado para la española, que supo que debía exigirse aún más. A la tercera volvió a mejorar: 15,52, insuficiente todavía para recuperar la primera plaza, pero demostrando que tenía bastante más dentro.
Aquí, un inciso. No ha sido pequeño el runrún generado estos días con el pasillo de saltos del Olímpico de Roma, un tapete grisáceo cuyo sonido y reacciones hacían sospechar que actúa como un pequeño trampolín. Jordan Díaz, por ejemplo, lo estrenó por la mañana en la clasificación del triple masculino con un salto de 17,52, el mejor de todos los participantes. Y el sábado dejó unas marcas espectaculares en la final de longitud, con ocho hombres por encima de los ocho metros y dos saltos de 8,65 para el campeón Miltiadis Tentoglou.
El caso es que el pasillo, impulsase o no, era el mismo para todas. Peleteiro atacó el cuarto intento y se elevó casi como nunca: 14,85, a solo dos centímetros de su mejor salto de siempre, el que le dio el bronce en los Juegos de Tokio.
De la emoción, Peleteiro casi resbala al salir del foso. Sabía que su salto era de oro. Pero sabía mucho más. Enseguida fue junto a Iván Pedroso para conocer el resultado. Ahí ya no pudo evitar soltar una carcajada.
Hay un objetivo aún mayor esta temporada para la española. Los Juegos de París están a menos de cincuenta días, y tras la lesión de Yulimar ve cada vez más cerca la opción de alzarse con un oro olímpico. Sería la coronación definitiva, pero mientras, disfruta de su éxito continental.
No fue el único metal español en la tercera jornada. Al bronce del equipo femenino de medio maratón esta mañana se ha sumado la plata de Mohamed Attaoui en los 800 metros. Primera medalla internacional para el joven atleta cántabro, que quedó segundo por detrás del francés Gabriel Tual y por delante del italiano Catalin Tecuceanu. Álvaro de Arriba fue cuarto, mientras que Adrián Ben acabó sexto.