La CNMV aprecia “deficiencias significativas” en Grifols y pide que recalcule sus resultados y su nivel de endeudamiento
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) observa deficiencias de Grifols en el cálculo de determinadas magnitudes de sus resultados financieros. En concreto, pide que la compañía catalana de hemoderivados recalcule sus cifras de ebitda (beneficios sin impuestos, intereses, depreciaciones y amortizaciones) y su nivel de endeudamiento, si bien la exime de reformular sus cuentas. Esto es relevante, puesto que es una de las cifras que los bancos y los bonistas observan para obligar a la compañía a cumplir determinados compromisos financieros.
La CNMV ha respaldado a la compañía en dos asuntos clave. El primero, sobre el modo en el que formula sus cuentas anuales y el segundo, sobre su deuda. No obstante, el regulador sí ha apreciado “deficiencias relevantes” en las explicaciones de determinados asuntos de las cuentas anuales y en el cálculo de las llamadas medidas alternativas de rendimiento, aquellas no sujetas a normativa contable, pero clave para negociar créditos con los bancos. En concreto, pone el acento en la fórmula de calcular el ebitda y la ratio de deuda sobre ebitda. Considera que estas deficiencias han complicado a los inversores comprender las cuentas de la compañía.
El 9 de enero de 2024 será un día grabado a fuego para Grifols. Ese fue el día que se inició la gran tormenta, cuando el inversor bajista Gotham City publicó su demoledor informe sobre la compañía, a la que otorgaba un valor de cero euros. Acusaba a la compañía catalana de maquillar las cuentas para rebajar artificialmente la deuda, que asciende a los 9.000 millones, e inflar el ebitda.
En concreto, ponía el foco sobre el cómputo de dos sociedades, Haemna y BPC, que Grifols adquirió en 2018 y en ese mismo año transfirió a Scranton Enterprises, una firma vinculada a la familia, que tiene el 8,6% del capital. Los recelos de Gotham City estaban en el hecho de que tanto Grifols como Scranton computasen en sus cifras estas dos filiales, algo que la compañía catalana justificaba por retener un derecho de compra. También alertaba sobre el gobierno corporativo de Grifols y sus vínculos con Scranton Enterprises.
Este último ha sido el asunto que inició las sospechas de la CNMV. El regulador inició una investigación pocos días después de que Gotham City publicase su informe y sus pesquisas se han extendido durante unos dos meses y medio. También inspecciona la acción del propio Gotham City, que un día antes de publicar su investigación abrió una posición bajista que cerró justo después, ganando una abundante plusvalía.
El mercado ha castigado con dureza a Grifols por este asunto. La acción acumula una caída del 40% desde la publicación del informe de Gotham City y cerró ayer con un alza del 4,5%, que le lleva a encadenar tres sesiones con contundentes alzas. Recupera, eso sí, un 22% desde los mínimos de 2012 que marcó a inicios de mes, tras la publicación de las cuentas anuales sin el informe del auditor ni la firma de uno de los consejeros. La opinión sin salvedades del auditor y la rúbrica del consejero han aplacado parte de las tensiones.
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