Ribera se replantea el impuesto a las energéticas tras las amenazas de Repsol de trasladar fuera sus inversiones>

Estas declaraciones se producen pocos días después de que Repsol amenazara con llevar a Portugal o Francia inversiones en hidrógeno valoradas en unos 1.500 millones de euros por la falta de seguridad jurídica y fiscal en nuestro país. Otras empresas, como Iberdrola, Endesa y Cepsa también han criticado ese impuesto que ha supuesto un ingreso extraordinario para Hacienda de unos 1.600 millones de euros correspondiente al ejercicio de 2022. A esa cifra hay que sumar otros 1.400 millones por el citado impuesto a la banca.

La responsable de Transición Ecológica ha hecho un guiño a las empresas del sector al destacar que «es imprescindible una reinversión masiva para la transformación del sistema energético» y que cuanto antes se logre hacer esa transición, «más estables, predecibles, limpios y asumibles serán los precios de la energía».

Ribera ha asegurado que el Gobierno está analizando «cuáles son las referencias fácticas, cuáles son las necesidades y cuál es la mejor manera técnicamente de resolver este asunto». En este aspecto, confía en encontrar un balance «justo» respecto al «reparto de beneficios y costes». «Si hay un incremento importante de los beneficios de las ganancias eso requiere una reacción», ha afirmado la vicepresidenta tercera del Gobierno.

Las energéticas y la banca acentuaron sus críticas hace unos meses cuando se conoció el acuerdo de legislatura entre PSOE y Sumar que convierte en permanente el mencionado impuesto que, en principio, iba a ser extraordinario solo para los ejercicios 2022 y 2023.

El texto del acuerdo dice que «revisaremos los gravámenes sobre la banca y las empresas energéticas con el objetivo de readaptarlos y mantenerlos una vez que expire su periodo de aplicación actual, para que ambos sectores sigan contribuyendo a la justicia fiscal y al sostenimiento del Estado de bienestar«.