Luis Enrique asoma a Guardiola al precipicio
Acuciado por una mayor necesidad y su condición de local, es el PSG es el más agresivo de inicio. Se adueña del control del partido, aunque no logra traducir su dominio en un gran caudal de ocasiones. La primera llega a través de una falta lateral dispuesta con precisión por Vitinha y cabeceada por Joao Neves que, poco acostumbrado a estas lides, no encuentra portería.
No cejan en su empeño los de Luis Enrique, que no se adelantan de milagro antes del descanso. Mediada la primera parte, Fabián recoge en el área pequeña una mal despeje de Rúben Dias, pero la rodilla de Gvardiol aparece sobre la línea para evitar el tanto del sevillano. En el 45, una gran pared entre Nuno Mendes y Vitinha desemboca en el gol de Achraf, pero la posición adelantada de los últimos centímetros de la rótula del lateral impiden que suba al marcador.
El City, que apenas había puesto a prueba a Donnarumma, sale del entretiempo con otra marcha. Lo que sumado a una gran efectividad, le permite anotar dos goles en tres minutos. La explosividad de Akanji, central con alma de delantero, le brinda la oportunidad a Bernardo Silva, repelida por el meta italiano aunque recogida por Grealish, ingresado al césped tras el descanso, para adelantar a los ingleses. De nuevo aparece el inglés con un envío hacia el área que, mal despejado por Neves, es aprovechado por Haaland para hacer el segundo.
No se hunde el PSG, sino todo lo contrario, y consigue igualar la contienda en cuatro minutos. Barcola deja en el sitio a Nunes con un caño magistral y le deja el tanto en bandeja a Dembélé, también salido del banquillo. Sin tiempo para que baje la efervescencia local, Doué suelta un latigazo que se estrella contra el larguero y el rechace es recogido por un atento Barcola. El partido se pone precioso y los parisinos buscan desbocados la victoria.
El exazulgrana, capaz de lo mejor y lo peor, se convierte en la principal amenaza. Ante dos defensores, se inventa un túnel a Bernardo Silva para medirse a Ederson, pero su imparable misil se topa con el travesaño. Vitinha y Neves vuelven a probar suerte en una falta lateral, esta vez el segundo conecta un excelente remate y culmina la remontada parisina. Ya sobre la bocina, y con el suspense que conlleva el VAR, Gonçalo Ramos completa la genial actuación coral del PSG.