Rueda rebate al Gobierno: no contactaron con la Xunta por los pellets hasta el 3 de enero

«La Xunta está trabajando, la oposición está en campaña y nada más que en campaña, y el Gobierno central acaba de aparecer», ha resumido la situación Rueda durante un desayuno informativo en Madrid, organizado por Europa Press, un día después de ser proclamado formalmente por el PP gallego candidato a la Presidencia de la Xunta en las elecciones del 18 de febrero.

Rueda ha afeado que es el Gobierno el que tiene todos los datos, a través de Salvamento Marítimo, pero que sigue sin aportarlos. Cuántos contenedores cayeron al mar, qué carga llevaban, qué cabe esperar, etc. «No es normal» que todo esto siga sin compartirse desde el ministerio correspondiente a 8 de enero. La Xunta, ha insistido, agradecería disponer de toda la información precisa, «aunque sea tan tarde». De lo contrario, la «solución» pasa por esperar pasivamente a que lleguen los pellets a las playas. Hasta nuevo aviso, el gobierno autonómico sigue trabajando, recogiendo lo que llega, y en este sentido Rueda ha lanzado un mensaje de «tranquilidad»: la Xunta pone todos los «medios necesarios».

Ni siquiera ha querido entrar en polémicas por tratarse de una competencia municipal, la limpieza de las playas. La Xunta ayuda y ayudará en lo que sea necesario, y agradecerá todas las manos que se quieran sumar. Pero ha sido igualmente contundente al respecto: quien quiera ayudar, que ayude; y quien no quiera, y prefiera estorbar haciendo campaña, que lo haga; incluido el Gobierno: si no asiste, que «se ponga de acuerdo con los partidos de la oposición» para seguir politizando el asunto, ha recriminado.

Al hilo, acerca de la postura de PSOE, BNG, Sumar o Podemos en este asunto, ha censurado que «desde el primer momento se han puesto en modo campaña electoral», y lo han hecho «descaradamente»; atacando y acusando de inacción a la Xunta, amparados en que no tienen responsabilidades de gestión. «Allá ellos, la gente al final tampoco es tonta» y aprecia quién «aprovecha» un problema medioambiental como éste para «sacar rédito político», ha dicho sobre una posible repercusión en la campaña electoral. En la que, ha venido a decir, todo vale para la oposición, con «auténticos disparates» en forma de comparaciones (Prestige). Algo que, ha apostillado, «siempre» ocurre con los partidos de la «izquierda» en campaña electoral.

Campaña del 18F

En lo que se refiere estrictamente a los comicios y la campaña, Rueda ha confirmado que habrá debates electorales, «sin ninguna duda», pero no ha concretado cuántos, a la espera de que el 15 de enero se cierre el plazo para presentar candidaturas. Ha puesto el ejemplo de Vox, que todavía no ha presentado a su candidato; o de Democracia Orensana, que aún de plasmar oficialmente su intención de concurrir por su provincia. En todo caso, ha remarcado que, si bien son «importantes», no son «fundamentales», y «allá quienes quieran hacer girar toda la campaña» en torno a este asunto.

Sobre las encuestas, aunque ha sido cauto, y ha dicho que si se relajara estaría haciéndole el juego a Pedro Sánchez, ha comentado que la principal conclusión que extrae de los diferentes sondeos es que los gallegos, puestos ante la «alternativa» de elegir entre el PP y «cinco partidos»de la izquierda, «mirando hacia fuera de Galicia», pendientes de las decisiones y anuncios del Gobierno, «por ahora prefiere» que siga gobernando el PP, y eso es lo que intentará que sigan pensando el 18F.

Yendo específicamente a la campaña, Rueda ha reivindicado una vez más que las elecciones son, ante todo, para «decidir el futuro de Galicia», pero que la comunidad no vive aislada del entorno, sino «todo lo contrario». Y esto se aplica también a la ley de amnistía. «La gente observa todo» «y va a tomar nota», ha apuntado Rueda, quien se ha mostrado de que, «sin ninguna duda», el blanqueamiento de Sánchez al procés va a «influir» en el electorado, si bien ha rechazado que «toda la campaña» vaya a «girar alrededor de eso».

Tampoco se ha mostrado preocupado por que una presencia intensa de Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP y expresidente de la Xunta, vaya a imprimir una pátina excesiva en clave nacional. «Quiero que el presidente Feijóo esté en Galicia en campaña, y también me gustaría que viniera Pedro Sánchez; tengo mucho interés en que estén los dos», ha lanzado. Y se ha explicado: Feijóo, porque «suma», y Sánchez, porque «resta». Y está convencido de que el propio líder del PSOE lo sabe, y que por eso ha dicho saber que «va a ir lo mínimo». Si por él fuera, ha dicho con ironía, estaría encantando de que acudiera con profusión y «dedicara» un día a cada partido del bloque de izquierda, reforzando esa idea de que el candidato de todos, y no sólo del PSdeG, es Sánchez. «Si le tienen devoción», ha dicho con retranca. Pero no será así, ha augurado: «Verán cómo la presencia de Pedro Sánchez en campaña es mucho menos que la de Feijóo».

Unidad de España

Como viene haciendo en las últimas semanas, Rueda ha desechado que las elecciones gallegas «sean un escenario para valorar las mentiras que nos cuenta el Gobierno», aunque tendrán su cuota de protagonismo. Prefiere verlas como «una oportunidad para evitar que todo esto nos afecte a nosotros directamente». Porque, ha vuelto a admitir, «el escenario nacional nos condiciona».

El Rueda candidato ha prometido defender del modelo del PP al frente de la Xunta, que «ha traído prosperidad» a Galicia, para «mantenerlo y acrecentarlo»; ofrecer confianza y certezas en lugar de aumentar las dudas; y defender también una «Galicia orgullosa» de su identidad y valores propios, pero «en el conjunto de España». El presidente gallego ha vuelto a reivindicar la «igualdad fundamental» del país, en la que se imbrica la «potencia y la presencia con voz propia que tiene que tener Galicia. Pero siempre en «una España igual, que no se puede romper, y creo sinceramente -ha apostillado- que se está rompiendo».

Una unidad que ha llamado a mantener, y en primera persona, ahora que ha recogido el testigo de Feijóo. «Si estamos unidos en Galicia, contribuiremos en gran parte a la unidad de España», ha remachado, en línea con uno de los mensajes clave de la campaña: o seguir con la estabilidad que confiere un PP con mayoría absoluta, o aventurarse con un multipartito.