México, Colombia y Brasil reclaman las actas a Maduro y piden observadores imparciales

«Seguimos con mucha atención el proceso de escrutinio de los votos y hacemos un llamado a las autoridades electorales de Venezuela para que avancen de forma expedita y den a conocer públicamente los datos desglosados por mesa de votación», expresa el comunicado firmado por las cancillerías de los tres países.

«Las controversias sobre el proceso electoral deben ser dirimidas por la vía institucional. El principio fundamental de la soberanía popular debe ser respetado mediante la verificación imparcial de los resultados», agrega.

Según pudo conocer ABC por parte de fuentes diplomáticas, el presidente brasilero Lula Da Silva ha sido el más enfático contra Maduro en la comunicación que tuvo este jueves con Petro y López Obrador.

Lula se siente traicionado por Maduro y ha insistido, en al menos dos ocasiones, en que las elecciones venezolanas fueron fraudulentas, así como que es inaceptable que Maduro no pueda mostrar, a esta altura de la semana, las actas de las elecciones. Celso Amorín, asesor de Lula de política exterior y presente el fin de semana en Caracas, le habría facilitado al mandatario datos ineludibles que comprobarían el fraude electoral.

Petro y López Obrador han tenido un tono menos belicoso. El primero tiene una situación delicada porque, como se mencionó en la reunión, Venezuela juega un papel clave en los acuerdos de su gobierno con grupos guerrilleros para asegurar la paz en Colombia.

López Obrador es quien mira la situación más a la distancia ya que, al no tener vecindad con Venezuela, los efectos inmediatos de la crisis cobran significado, para México, en el largo plazo. La consecuencia más evidente: una afluencia aún mayor de migrantes venezolanos a la frontera con Estados Unidos.

Además, López Obrador está muy pendiente de todo lo que haga el gobierno de Joe Biden en esta crisis. La relación entre el presidente mexicano y Washington atraviesa horas enrarecidas por el arresto del principal capo del narco en México, Ismael «El Mayo» Zambada. El mandamás del Cártel de Sinaloa fue detenido hace una semana en una operación en la cual el FBI no informó nada al gobierno mexicano.

El escenario que más temen los tres presidentes es el de una guerra civil que multiplique la pérdida de vidas humanas y que deje a Venezuela a merced de una anarquía que luego sea aprovechada por grupos criminales para capturar recursos estratégicos, como el petróleo.