Starmer denuncia un "agujero" de 23.700 millones de euros en las finanzas públicas

El premier laborista Keir Starmer ha denunciado la existencia de un "agujero" de 20.000 millones de libras (23.700 millones de euros) en las finanzas públicas y ha acusado al Gobierno conservador de Rishi Sunak de dejar "la peor herencia económica desde la Segunda Guerra Mundial".

La secretaria del Tesoro, Rachel Reeves, revelará el próximo lunes en la Cámara de los Comunes los datos de la reciente auditoría de su departamento que ha sacado a la luz el "agujero fiscal". Reeves reconocerá que el Gobierno laborista se verá forzado a subir los impuestos en su primer presupuesto que será presentado en octubre.

Durante la campaña electoral, Rishi Sunak acusó a los laboristas de planear un aumento de la presión fiscal del orden de 2.000 libras anuales por familia. Keir Starmer reiteró que esas estimaciones eran "falsas" y garantizó que su Gobierno no subiría el impuesto de la renta, el IVA o las cotizaciones a la Seguridad Social.

El estado precario de las finanzas públicas puede sin embargo forzar al Partido Laborista a cambiar su política fiscal. Los impuestos municipales y sobre las ganancias del capital podrían aumentar en el próximos presupuestos, al igual que la ya anunciada aplicación del IVA a la escuelas privadas y el impuesto a los beneficios extraordinarios de las compañías de gas y petróleo.

"Cada día que pasa descubrimos más y más del lío que nos han dejado para que hagamos la limpieza", denunció esta semana Starmer. "La falta de visión a largo plazo y el autoservicio han debilitado los cimientos de este país (...) El trabajo duro para reconstruirlo ha empezado ya, y es vital que lo hagamos inmediatamente porque el Gobierno anterior dejó caer la pelota".

Starmer recordó la "irresponsabilidad" de Sunak prometiendo durante la campaña un recorte de impuestos a sabiendas del "agujero" que ya existía en el erario público y los problemas para financiar los servicios públicos, las prisiones, los cuidados sociales, el sistema de asilo y los gastos de Defensa, entre otros.

"Se gastaron el dinero público como si no existiera un mañana y sabiendas de que otro acabaría pagando la factura", declararon fuentes del Partido Laborista a The Guardian. "Los británicos van a saber pronto el daño que los conservadores han causado a las arcas públicas".

Paul Johnson, director del Instituto de Estudios Fiscales, ha advertido que durante la campaña existió "una conspiración del silencio" tanto sobre el Brexit como sobre el estados de las finanzas públicas, pese a las alarmas lanzadas por los expertos. Michael Saunders, ex miembro del comité de política monetaria del Banco de Inglaterra, estima que la situación a la que se enfrenta el Gobierno de Keir Starmer "puede justificar un aumento de impuestos para recaudar entre 10.000 millones y 25.000 millones de libras".