La España peninsular rompe su techo del calor en diciembre: 29,9° en Málaga

Y ahora, también en diciembre. La España peninsular ha roto por tercera vez su techo de calor mensual en este 2023, después de que ya ocurriera el pasado abril, con 38,8° en Córdoba, y también el pasado octubre, con 38,2° en la localidad cordobesa de Montoro. Ahora, le ha tocado el turno a un mes, a priori, tan poco sospechoso de batir récords de altas temperaturas como es diciembre y, de nuevo, a una localidad andaluza, Málaga. En uno de los observatorios de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la ciudad se ha alcanzado este martes una máxima de 29,9°. “Se trata de la temperatura más alta registrada en el mes de diciembre en la España peninsular desde que hay registros”, certifica esta tarde Aemet en X (antiguo Twitter). Este nuevo récord de calor se produce en el contexto de un episodio de temperaturas extremas y anómalamente altas para esta época del año, que comenzó el pasado fin de semana y que ha alcanzado su pico este martes.

Hasta ahora, la cota máxima del calor en diciembre estaba en 29,4°, registrados en Motril (Granada) el 10 de diciembre de 2010. Lo del observatorio del centro meteorológico de Málaga no ha sido ni mucho menos un fenómeno aislado, sino que un total de siete ―Coín (Málaga), Alhama de Murcia (Murcia), Fuente Álamo de Murcia (Murcia), Vélez-Málaga (Málaga), Totana (Murcia) Archena (Murcia) han superado la marca previa de los 29,4° y dos estaciones más ―Huércal-Overa (Almería) y Málaga aeropuerto― la han igualado. Trece estaciones de de Málaga, Almería, Alicante y Murcia han igualado o superado los 29 grados a mediados de diciembre.

Para la agencia, además del récord nacional, es un “dato muy significativo” que el observatorio de Málaga aeropuerto “haya pulverizado su récord de diciembre por 4,9°” al registrar una máxima de 29,4°, a tan solo un grado de la temperatura máxima de un mes de julio. Semejante contundencia desafía a la lógica estadística y a la normalidad de un clima no alterado. Los récords, antes, se superaban apenas por unas décimas, pero eso era antes, en otro mundo en el que no existía el calentamiento global.

“Batir récords por tanta diferencia sería mucho menos probable sin el cambio climático observado a escala global y, también, en España”, subraya Aemet. “Si no fuese porque lo estamos viendo, diríamos que es increíble. Ayer [por el lunes] Valencia, con más de siglo y medio de datos, registró el valor más alto de diciembre ―27,3° frente a los 25,3° de 2019― y el aeropuerto lo superó por 2,7° y hoy vemos al aeropuerto de Málaga, con 81 años de datos, superar el récord por casi 5°”, añade la delegación de Aemet en la Comunidad Valenciana. Y no es la primera que ocurre este año: Córdoba tumbó el récord en abril también casi por cinco grados y de nuevo Valencia aeropuerto, en agosto, superó su récord absoluto por más de tres.

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Otras redes no oficiales, como la de Suremet, de la Asociación Meteorológica FrostSE, han ido aún más lejos, al medir 30° en diferentes zonas del sureste peninsular, con una cota máxima de 31,2° en Arboleas (Almería). “Parece una pesadilla o un mal sueño, pero por desgracia es la triste realidad”, ha tuiteado la asociación, que considera que “son valores propios de principios de junio o finales de septiembre, una auténtica barbaridad”. “Aunque sea extraoficialmente, es la primera vez que se superan los 31° en Europa en diciembre”, responde Extreme Temperatures Around The World, la cuenta del climatólogo Maximiliano Herrera.

La causa directa de este episodio extremo es una situación de estabilidad anticiclónica sumada a una masa de aire “de las más cálidas registradas por estas fechas” y, detrás, late la huella indiscutible del cambio climático. Las temperaturas están siendo estos días en el conjunto de la España peninsular 6° superiores a las normales para la época del año, 10° en zonas del norte peninsular y del área mediterránea, lo que supone un tiempo más propio de mediados o finales de octubre que de mediados de diciembre.

Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), ni siquiera se necesitan ya estudios de atribución, en los que se mide la probabilidad de que ocurran con y sin cambio climático, en estos casos, porque no hay ninguna duda de que, al haber más calor en la atmósfera, sube tanto el calor medio como el extremo. “Las temperaturas antes consideradas extremas, ahora son poco frecuentes, y las que antes eran prácticamente imposibles son la nueva definición de extremas”, explica la OMM.

Este año 2023 está compitiendo a sangre y fuego con el año pasado por convertirse en el más cálido de la serie en España, aunque de momento “gana con ligera ventaja 2022″, según certifica la agencia, para quien es “un hecho indiscutible que los episodios cálidos a lo largo del año han sido mucho más frecuentes, intensos y duraderos que los fríos” a causa del cambio climático.