La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se baña en el Sena para demostrar que está limpio de cara a los Juegos Olímpicos

La alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, ha cumplido este miércoles su promesa de bañarse en el río Sena para demostrar que sus aguas están limpias de cara a la celebración de las pruebas de natación al aire libre de los Juegos Olímpicos, que comenzarán este 26 de julio en la capital francesa. “Estaba fría, pero no mucho”, ha dicho después.

Hidalgo se ha introducido en las aguas del Sena sin zambullirse ataviada con un bañador de neopreno negro y naranja y con gafas de natación, flanqueada por el presidente del comité organizador de las Olimpiadas en la capital francesa, Tony Estanguet, que también ha dado unas brazadas, el prefecto de la región de París, Isla de Francia, Marc Guillaume, y el concejal de Deportes de París, Pierre Rabadan. La escena ha transcurrido ante la mirada de cientos de curiosos que observaban desde la orilla. El pasado sábado, la ministra de Deportes francesa, Amélie Oudéa-Castéra, se bañó ya en el curso de agua que atraviesa París.

“Sin los Juegos, no lo habríamos hecho”, ha reconocido luego Hidalgo tras nadar un centenar de metros, antes de destacar que, tras cuatro años de obras de rehabilitación y limpieza, el río está listo para pruebas como la competición de estilo libre de de triatlón, que transcurrirá en el Sena en el tramo que se recorre a nado.

La primera edil de París había prometido en enero bañarse en el Sena, cuyas aguas llevaban un siglo vetadas a los bañistas.

Estos baños simbólicos tratan de disipar la polémica, a nueve días de la inauguración de los Juegos, por la supuesta baja calidad de las aguas del Sena, cuyo aspecto turbio, atribuido a las recientes lluvias, había desatado las cábalas sobre la imposibilidad de disputar en ellas las pruebas de natación al aire libre de los Juegos.

Después de que esas aguas no superaran los niveles mínimos de calidad en sucesivas ocasiones, el pasado viernes el ayuntamiento de la capital francesa informó de que el Sena había superado esos niveles de salubridad durante 10 de los últimos 12 días, por lo que no había motivo de inquietud de cara a la cita olímpica de París 2024.

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