Castilla-La Mancha sigue sumando población y, según los datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE), a 1 de julio contaba con 2.132.102 habitantes. La cifra supone 20.532 más que hace un año y 78.004 más que en 2015, consolidando una tendencia al alza que se apoya sobre todo en la llegada de población extranjera.
Así, el balance interanual refleja un crecimiento del 0,97 por ciento, con un ligero predominio masculino: 1.071.442 hombres frente a 1.060.660 mujeres. Aunque la diferencia es mínima, se mantiene estable a lo largo de la última década.
Si se observa el desglose por nacionalidades, el papel de la población inmigrante es clave para entender la dinámica demográfica de la región, como ocurre en todas las comunidades autónomas.
En el último año, el número de residentes con nacionalidad no española ha pasado de 244.900 a 262.153, es decir, se ha incrementado el 7,05 por ciento, un dato que contrasta con el modesto aumento de la población de nacionalidad española, que sube en 3.279 personas, en términos porcentuales un 0,17 por ciento.
A lo largo de la última década, el cambio ha sido aún más llamativo: en 2015 había 173.288 extranjeros empadronados en Castilla-La Mancha. Hoy son 88.865 más, lo que supone un crecimiento superior al 50 por ciento. En paralelo, el número de españoles ha descendido en unos 10.800.
Guadalajara y Toledo tiran del crecimiento
El aumento de población no es homogéneo en toda la comunidad. En la última década, Castilla-La Mancha ha ganado 78.004 habitantes, pero este crecimiento se concentra casi por completo en Toledo y Guadalajara. El resto de las provincias ha perdido población, aunque en grados distintos, y en todas se mantiene el equilibrio casi exacto entre hombres y mujeres.
Toledo es la gran protagonista del cambio demográfico. En diez años ha sumado 65.520 habitantes, un crecimiento del 9,46 por ciento, repartido casi a partes iguales entre hombres (30.916) y mujeres (34.604). En la provinciaresiden 757.955 personas. Su posición estratégica junto a Madrid, el desarrollo industrial y logístico, y el atractivo de su capital y municipios del corredor de La Sagra han impulsado este salto.
Guadalajara lidera el ránking poblacional de la región en términos relativos con un aumento del 13,37 por ciento y 33.952 personas más. Su población masculina ha crecido especialmente (20.229), reflejando la llegada de trabajadores jóvenes atraídos por el área de influencia madrileña y los polos logísticos. Esta provincia cuenta ya con 287.910 habitantes.
El catedrático Santiago Petschen predice que la provincia de Toledo seguirá creciendo hasta acercarse al millón de habitantes y a ello ayudaría un aeropuerto en Casarrubios o una segunda estación de AVE entre Madridejos y Consuegra
En el otro extremo, Ciudad Real ha perdido 15.781 habitantes en la última década, un 3,09 por ciento. La despoblación rural y la falta de grandes polos industriales han pesado en su saldo demográfico, mientras que Cuenca ha retrocedido en 4.004 personas, un 1,96 por ciento menos, con un perfil demográfico más envejecido que el resto.
Albacete, pese a ser la provincia más poblada tras Toledo y Ciudad Real, mantiene una sorprendente estabilidad: apenas 1.683 habitantes menos, un 0,43 por ciento. El número de hombres incluso sube levemente, mientras que el de mujeres baja.
En términos globales, hace una década Castilla-La Mancha tenía 2.054.098 habitantes. Desde entonces, ha ganado población gracias a dos factores principales: la llegada de residentes extranjeros y al tirón de las provincias limítrofes con Madrid, que se han beneficiado del encarecimiento de la vivienda en la capital y de su buena conexión por carretera y tren.
En este sentido, la llegada de población extranjera no solo ha permitido mantener el número total de habitantes, sino que ha rejuvenecido parcialmente la pirámide demográfica y ha aportado mano de obra en sectores clave.
El ránking por ciudades
De otro lado, el peso demográfico de la comunidad autónoma se reparte entre un puñado de ciudades medianas y un extenso mapa rural. A 31 de diciembre de 2024, según las datos censales por municipios publicados por el INE, las localidades más pobladas de la región son Albacete (174.073), Guadalajara (90.878), Toledo (86.281), Talavera de la Reina (85.138) en esta misma provincia, Ciudad Real (75.674) y Cuenca: (53.643).
Con estos datos, Castilla-La Mancha suma habitantes y mantiene una tendencia positiva, aunque el mapa del crecimiento, como queda constatado, es desigual. El futuro demográfico tiene así un reto: atraer nuevos ciudadanos más allá de las provincias que viven a la sombra de Madrid, como Toledo y Guadalajara.