Babydespensa, el último eslabón para padres que no tienen qué dar de comer a sus bebés>
«Es muy duro hablar con cada una de estas personas y escuchar testimonios de vida realmente complejos por la angustia de no poder alimentar a sus bebés. Aún así, se muestran esperanzadas por recibir esta ayuda de manera urgente, cuando la verdadera realidad es que les tengo que decir que deben tener paciencia hasta que les llegue su turno en una lista de espera establecida por prioridades. Te ruegan, suplican… Es realmente difícil ver que no hay ayudas para todas a pesar de los esfuerzos que hacemos por conseguirlas», explica David Cortijo.

Asegura que todos somos personas y, obviamente, él siente enfado, frustración e impotencia ante estas peticiones de socorro. «Cada 15 días tengo que hacer una escapada porque sufro una crisis existencial. A pesar de todo, pienso que soy afortunado porque escucho sus duros testimonios, pero no estoy en su piel. Me agarro a que cuando les entrego los enseres veo en sus ojos la luz de su agradecimiento y alegría por poder atender mejor a sus bebés. Le diría a los políticos que se dejen de discusiones, que bajen a la tierra y vean el día a día de la gente y sus necesidades, que llegan hasta el punto de que en una capital como Madrid haya madres que no puedan dar alimento o pañales a sus bebés».
Es el caso de Alba, de 25 años, madre de un bebé de dos años y otro de tres meses. Abandonó los estudios en 2º de la ESO y ahora vive en la casa del padre de su pareja y con sus tres cuñados. Ninguno tiene trabajo. Los 8 viven con lo que da de sí la viudedad de su suegro. «No es nada fácil venir a por comida para tu bebé, pero no me ha quedado más remedio porque de otra manera no sé qué pasaría con mis hijos».

El caso de Manuela es distinto. Es abuela y va a por alimento para sus nietos. Ella ha trabajado limpiando portales y ha vivido con su marido que era albañil hasta que él falleció. Primero cogía el lote para su primer nieto por parte de su hijo, ya que estaba en paro y, ahora, para su nieta por parte de su hija. Confiesa que a pesar de las dificultades económicas, a sus hijos les daba vergüenza ir. «Les digo que a mí también me daba, pero con vergüenza no se alimenta a un bebé. Ahora ya no me siento mal por venir aquí. Te das cuenta de que hay muchas más personas que lo pasan muy mal con sus pequeños y no tienen qué darles para llevarse a la boca. Es una pena que existan tan pocas ayudas como esta».
Raúl también se ha acercado hoy a por un lote. Tiene tres hijos de 18, 14 y 3 años. «Estoy en paro desde hace 5 años, no sale trabajo, solo algunos cursos». Lleva dos años acercándose hasta la Fundación Meridional cada semana y ya no siente vergüenza por ello. «Tenemos una situación complicada en casa y cada lote me supone un ahorro de 30 euros que puedo dedicar a otras necesidades familiares», asegura a ABC mientras recoge su bolsa y se despide porque se le hace tarde para dar de comer a su hijo pequeño.
Lista de espera
Silvia Saura, directora de la Fundación Meridional, explica que Babydespensa surgió con la pandemia, en 2020 ante la necesidad de productos infantiles que detectaron en las familias. «Primero llegaban por el boca a boca, pero a día de hoy las derivan desde la administración pública, Servicios Sociales, centros ambulatorios, hospitales como el Gregorio Marañón o de otros municipios como Torrejón, Arganda, Valdemoro. Todos los recursos son financiados por la fundación, que es una entidad privada que depende de un holding de empresas de energía e inmobiliarias… Actualmente buscamos patrocinadores que donen en especie o dinero para colaborar. Tenemos una lista de espera de 40 familias, que tienen entre uno y tres bebés, lo que para ellas nuestra ayuda les puede suponer un ahorro de hasta 90 euros cuando tienen tres bebés».
El local de esta organización está diseñado para otras actividades como apoyar a las mamás con atención psicológica y a los hermanos de los bebés. «También hacemos formación para facilitar la incorporación laboral de las madres, gracias a acuerdos con Conecta y la Fundación Universidad Empresa. E, incluso, pueden venir a que les demos un masaje junto a sus bebés».
A la hora de seleccionar a las familias, Silvia Saura puntualiza que priorizan según el perfil de las madres y la urgencia que tienen. «Damos prioridad a las familias monoparentales con más de un hijo a su cargo, sin ingresos, o mínimos, que compartan casa, que tengan algún familiar a su cargo, discapacidad del hijo, víctimas de violencia de género… La ayuda sólo la pueden recibir durante dos años, pero lo vamos a acotar a un año para dar posibilidades a más personas», lamenta la directora de Babydespensa.