Una nutricionista, muy dura con quiénes se ponen a dieta tras las navidades: «Es más importante que...»
Por este motivo, en efecto, en estas semanas se escucha con frecuencia la frase de que hay que «quemar los turrones» y otras frases similares para recuperarse de los excesos. El magazine de tarde 'La selva' de TV3 ha contado esta misma semana con una colaboradora nutricionista, que ha hablado al respecto y ha dado sus consejos.
Ella es Adriana Sintes, coach nutricional y de bienestar, que ha querido romper tópicos y criticar expresiones que escucha en estos días, etiquetas que por inercia se suelen decir y percepciones erróneas que uno p. «Tendrían que desaparecer», ha asegurado la joven, que lo ejemplifica considerando abiertamente que «no se deben quemar los turrones».
«Premio o castigo»
Ella, de hecho, está en contra de escuchar hablar de «quemar los turrones», «volver a la rutina» o «hacer dietas detox». La experta va más allá y es muy crítica con el hecho de que «hemos perpetuado mucho estas cosas de premio o castigo en torno a la comida y el deporte».
🟢 "No s'han de cremar els torrons. Fer activitat física no ha de ser un càstig"@AdrianaSintes, llicenciada en Ciències de l'Activitat Física i l'Esport i màster en nutrició s'estrena a "La selva" trencant tòpics#LaSelva3Cat
— 3Cat (@som3cat) January 7, 2025
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«Siempre parece que la actividad física tenga que ser un castigo y que tenga que ser algo que nos tenga que hacer sufrir muchísimo», lamenta Adriana. Ella se muestra «muy partidaria de que encuentres una actividad física que te guste, algo que te haga feliz. Me da igual lo que sea mientras lo hagas». Así, la nutricionista remarca que si uno encuentra esa actividad que le motiva «es más probable que la acabes haciendo».
En este sentido, Adriana considera que está bien poder comer turrones y lamenta que, en general, la población tiene muy integrada la percepción de que son malos. «Yo no conozco a nadie que tenga ansiedad por comer brócoli», reconoce ella usando este ejemplo para enseñar otras etiquetas en el sentido contrario, de los que todo el mundo cree que son «saludables, que nos sientan bien y que lo podemos comer a todas horas».
«Lo que yo intento defender es que los días que hacemos un poco de exceso y que tenemos una comida un poco más contundente intentemos disfrutarlo», aboga la experta, que insiste en que para ella «es más importante lo que hacemos del 7 de enero al 23 de diciembre que no lo que hacemos del 23 de diciembre al 7 de enero». Así, remarca que si durante el año existen unos buenos hábitos, «un orden y una consistencia», «también podemos disfrutar».