Aragonès avisa a Sánchez de que la "soberanía fiscal es imprescindible" y le exige condonar los 15.000 millones de deuda
Pere Aragonès ha reiterado a Pedro Sánchez en la reunión que ambos han mantenido este miércoles que "la soberanía fiscal y el fin del déficit fiscal son imprescindibles" para Cataluña y, por ende, para pactar la investidura del socialista Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Así lo ha reconocido el consejero de Derechos Sociales de la Generalitat, Carles Campuzano, tras la cita.
El president en funciones y el jefe del Ejecutivo se han reunido en el Palau de la Generalitat en plena recta final de las negociaciones entre ERC y los socialistas y han escenificado el cumplimiento de otro de los compromisos suscritos hace meses entre los republicanos y el PSOE: el traspaso de la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV) a la Administración catalana. El acuerdo, cuya firma ha estado presidida por Aragonès y Sánchez para vestirlo de mayor solemnidad, llega después de que a inicio de semana el Gobierno se comprometiera a transferir a la Generalitat 1.520 millones para el servicio ferroviario de Rodalies, la gestión de las becas y proyectos de investigación.
Sin embargo, todavía quedan acuerdos pendientes que ERC exige ejecutar para poder apoyar la investidura de Illa, fundamentalmente la condonación de los 15.000 millones de deuda autonómica que los republicanos pactaron con el PSOE a cambio de la investidura de Sánchez y que todavía no se ha hecho efectiva.
El consejero Campuzano ha reconocido que Aragonès ha alertado a Sánchez de la necesidad de obtener una garantía inmediata de ejecución de dicho pacto. Fuentes del Gobierno precisan que "los dos presidentes se han comprometido a trabajar para culminar el cumplimiento de los acuerdos" durante su reunión.
Al margen de saldar todas estas cuentas pendientes, los socialistas y ERC necesitan consensuar la fórmula de "financiación singular" que ambas partes puedan asumir y que colme las aspiraciones de la militancia de los republicanos, que tendrá la última palabra para validar o tumbar el eventual acuerdo a través de una consulta de resultado vinculante que la formación liderada por Marta Rovira prevé celebrar en la primera semana de agosto.