Sánchez mantiene el pulso y no impulsará este martes un nuevo decreto sobre pensiones
Lo cierto es que en el Consejo de Ministros de este martes, donde podría empezar a enmendarse el camino que ha dejado en el alero tanto la revalorización de las pensiones como las ayudas al transporte público o a los afectados por la dana de Valencia, entre otras cuestiones, no habrá ningún movimiento.
No se impulsará un nuevo decreto 'limpio' o 'troceado', como le reclaman desde hace días los grupos que rechazaron el decreto ómnibus que mezclaba esas ayudas con otras cuestiones, como la cesión del palacete donde se ubica una sede del Instituto Cervantes en París al PNV, que lo reclama por la incautación del mismo que hizo en su día la Gestapo. Pero tampoco se dará luz verde a otro decreto idéntico, como incluso ayer le reclamó al PSOE la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, representante de Sumar, el socio minoritario de la coalición.
Será, en definitiva, un martes más en el complejo presidencial, como si nada hubiera pasado. Algo en línea con un presidente del Gobierno que ya aspira, incluso, a completar la legislatura hasta 2027 sin ni siquiera aprobar unos Presupuestos refrendados por las Cortes emanadas de las últimas elecciones generales, las de julio de 2023. Y todo bajo el argumento, empleado por el propio jefe del Ejecutivo, de que las actuales Cuentas Públicas «son nuestros Presupuestos, no los hemos heredado de otro gobierno», como argumentó Sánchez en referencia al proyecto elaborado junto a Podemos, hoy fuera del poder, y aprobado por otra mayoría.
«Sin novedad»
Entre los aliados parlamentarios del Ejecutivo se aboga, como desde la semana pasada, por impulsar de nuevo las medidas que quedaron en el alero tras el pleno extraordinario del pasado día 22. Aunque fuentes de esos grupos consultadas por este periódico admiten que no hay novedad ni comunicación del Gobierno al respecto, informa Juan Casillas.
El Gobierno, en esa sesión en el Congreso de los Diputados, vio cómo se tumbaba otro decreto, el del impuesto energético, y pudo salvar, gracias al apoyo del PP, un tercero que establece la compatibilidad de la jubilación con la vida laboral y que afecta por tanto igualmente a los pensionistas. Pero a diferencia de lo ocurrido el año pasado, también en enero, no pudo prorrogar algunas ayudas que se arrastran desde la crisis inflacionaria de hace tres años tras el inicio de la guerra en Ucrania, singularmente las que subvencionan total o parcialmente los billetes para los usuarios del transporte público.
Los estrategas de Moncloa y Ferraz trasladan desde hace días que el PP es el responsable de que en febrero, es decir, la semana que viene, los pensionistas no vean aumentada su paga en varios puntos porcentuales, excluyendo a Junts de la ecuación, al menos de manera explícita. Aunque algunos destacados miembros del Gobierno no han ocultado su enfado con los de Carles Puigdemont, pues según explican en privado los del expresidente catalán fugado se habían comprometido a votar sí al decreto ómnibus. Una posibilidad que la propia portavoz de los independentistas de la derecha, Míriam Nogueras, echó por tierra el pasado miércoles desde la tribuna del Congreso, donde confirmó el rechazo de su grupo al decreto.