El régimen de Maduro ratifica su negativa a la observación de la Unión Europea en las elecciones>

Todo comenzó hace un mes cuando la UE, a modo de premiar con un estímulo decidió suspender la sanción personal contra el presidente del CNE, Elvis Amoroso, por haber permitido la inscripción del candidato de la oposición Edmundo González Urrutia, el representante de la líder María Corina Machado, en el tarjetón electoral.

Sin embargo, este gesto de los europeos no cayó bien al Gobierno chavista o no fue suficiente para Elvis Amoroso, quien en tono ofendido exigió que las autoridades europeas debían levantar todas las sanciones personales que ha impuesto a los altos cargos del gobierno de Maduro sin condicionamientos para que el régimen les dejara entrar a Venezuela.

En medio de las conversaciones posteriores para que el régimen permitiera la observación de la UE, así como lo ha hecho con las Naciones Unidas y la Fundación Carter, de cara al avance del proceso de verificación de las elecciones, el CNE volvió a descartar a la UNE.

Invitación sin efecto

Este martes el CNE anunció que revocaba de manera definitiva la invitación a la Unión Europea para observar las presidenciales. El presidente del CNE, Elvis Amoroso, exigió nuevamente a la UE que proceda al levantamiento total de las sanciones y el cese de su «posición hostil» contra Venezuela. «El Poder Electoral revoca y deja sin efecto la invitación que extendió a la UE para que participe a través de una misión de veeduría», escribió Amoroso en su cuenta de X.

El CNE tomó esta decisión «basado» en el ejercicio de su «soberanía», y atendiendo al «incalculable daño patrimonial que se ha ocasionado al pueblo (por las sanciones), afectando a la salud de niños y ancianos», dijo el presidente del ente electoral.

Insistió en que las sanciones impiden «el acceso a medicinas y alimentos, igualmente afecta la educación, el deporte, la economía, restringiendo a los empresarios, la adquisición de materias primas e insumos que es necesaria y que necesita la industria nacional, limitando además el ejercicio y el principio de libertad económica y su contribución al desarrollo de la nación».

Amoroso acusa a las sanciones de la UE de generar «la pérdida de 125.000 millones de dólares que, sin duda alguna, estarían destinados a la inversión social», pero no aclara que las sanciones son particulares y no contra el Estado venezolano.

La decisión -dijo- «se le va a hacer llegar inmediatamente a la UE para que entiendan que no son personas gratas para venir a este país mientras se mantengan las sanciones genocidas».

Segunda negativa

Ante la segunda negativa la UE emitió un comunicado en el que lamentaba que el CNE revocara la invitación para observar las elecciones, pedía reconsiderar su decisión y cumplir con el acuerdo de Barbados.

En el texto dice que la Unión Europea lamenta profundamente la decisión unilateral del Consejo Nacional Electoral de Venezuela de retirar su invitación a observar las elecciones presidenciales del 28 de julio.

Añade en el comunicado que el pueblo venezolano debería poder elegir a su presidente en elecciones creíbles, transparentes y competitivas, respaldadas por la observación internacional, incluida la de la Unión Europea, que tiene un largo y distinguido historial de observación independiente e imparcial.

Y concluye que «de conformidad con el acuerdo de Barbados, firmado por las autoridades venezolanas y partidos de oposición, que establecía específicamente que la UE sería invitada a observar las elecciones, hacemos un llamado al Consejo Nacional Electoral de Venezuela a reconsiderar su decisión».