—¿Qué le hizo firmar esa carta?
—Haber llegado a la conclusión de que la situación es insostenible. Sobre todo, desde el punto de vista del interés general del partido. Ha llegado un punto en el que los militantes tienen que decidir si proteger a Pedro Sánchez o proteger al PSOE. Es incompatible proteger a ambos. Tiene a dos secretarios de Organización imputados. Y eso tiene que tener una responsabilidad política. Nadie se cree que él, que lo sabe y lo controla todo, no sepa los movimientos de sus dos más inmediatos colaboradores. Debe dimitir y que el comité federal del 5 de julio nombre una comisión gestora.
—¿Ha pensado en dejar la militancia?
—Sí, más de una vez. Sobre todo, a raíz de los pactos con Bildu. Me pareció repugnante eso de sentarte en la mesa con los que, hasta hace cuatro días, pegaban tiros en la nunca o ponían bombas lapa a compañeros o funcionarios públicos. Entonces hablé con otros que pensaban como yo. Y nos preguntamos lo mismo: ¿cómo nos vamos a ir nosotros? Si nos vamos, dejamos el campo libre a estos. Que se vayan los 'malos'. Hemos mantenido nuestra independencia, nuestra capacidad crítica y, si, en algún momento, no les gusta, que nos echen. El trabajo fácil no se lo vamos a hacer.
-—¿Tiene futuro el PSOE tras Pedro Sánchez?
—Depende de lo que tarde en caer y de cómo caiga. Si Sánchez cae por la fuerza de la justicia y de los casos de corrupción, si eso continúa por donde parece y aguanta demasiado tiempo, la situación puede ser irreversible. Si se da la sensación a la opinión pública de que esa caída es lenta, cuando se pierdan las elecciones y se pierda la honra a nivel judicial y a todos los efectos, es muy difícil que el PSOE recupere las posiciones que tuvo históricamente.
—Felipe González amenaza con no votar a este PSOE responsable de la ley de Amnistía
—Es una aberración. El mayor atentado contra la Constitución y la democracia en España. Yo tampoco votaría a Sánchez si mañana hubiese elecciones.
—¿Hay dentro del partido alternativas a Sánchez?
—Claro que las hay. Lo que ocurre es que, ahora mismo, están en posiciones alejadas de la responsabilidad de gobernar o de la coincidencia con el sanchismo. Los sanchistas intentarán perpetuar el sanchismo, pero hay que buscar al margen, para recuperar el modelo socialdemócrata europeo que siempre tuvimos. Eduardo Madina no creo que vuelva. En ese círculo de gente está Emiliano García Page o Ignacio Urquizu [exalcalde y ahora concejal de Alcañiz]. Lo que debe hacer el partido es renacer, pero hacerlo con tiempo. No es cuestión de meses. A lo mejor es cuestión de dos o tres legislaturas, pero, si se hace bien, el PSOE sobrevivirá. De lo contrario, a lo mejor nos pasa lo que al PSI en Italia con Bettino Craxi.
«Los militantes debemos elegir entre proteger a Sánchez o al PSOE. Ambos son incompatibles»
—¿Ha empeorado España como país desde 2018?
—La calidad de nuestra democracia, desde luego, ha empeorado bastante. Yo diría que sí. Somos un país peor desde que nos gobierna Sánchez. Sobre todo, desde 2023.
—¿Queda algo de aquel PSOE de Extremadura rebelde y autónomo?
—Quedamos Ibarra y yo, quizás alguno más que haya por ahí (risas). Ya lo dijo Juan Carlos tras el último comité regional, se reconoció en franca minoría. Él siempre mantuvo una posición inflexible, la de defender los intereses generales de la región. Fue crítico con Felipe González cuando le tocó serlo. Su modelo fue el de mayor éxito que ha tenido Extremadura en su etapa democrática, pero hay que reconocer que ahora somos una minoría bastante raquítica.
—¿Votó a Miguel Ángel Gallardo como líder del PSOE extremeño?
—En ambas primarias. Entendía que era el que mejor podía defender a Extremadura. Pero la imputación, la situación tan rara con el hermano de Sánchez que nadie ha sido capaz de explicar, le colocan en una posición de franca debilidad. Su gran error fue no entrar en la Asamblea a la semana siguiente de ser elegido secretario general. No lo hizo entonces y lo ha hecho en el peor momento. Da igual que sea verdad o no, la opinión pública ha interpretado que buscaba protegerse a sí mismo e incluso proteger al hermano de Sánchez.